Fugacidades

Fuiste una mirada lejana, de soslayo.

Una palabra, una sonrisa.

Un intercambio de teléfonos,

Quizá mañana..., espero verte de nuevo.


Luego llegó el esperar una llamada

como el expresso que llega a media noche.

Mis manos temblaban al recordar

el suave roce de las palabras que nunca dijimos.


Pero así es la vida, me dijiste,

nunca sabes si esta plaza fue,

el refugio que ambos andábamos buscando,

en esta tarde de enero.

6 comentarios:

Roxana dijo...

Hola Ladrón, sabes que siempre paso y algunas te firmo y luego no sale publicado, espero que esta vez sí.
Como siempre tu poesía me acompaña.
Te dejo mis saludos.

Vértigo dijo...

así es la vida... justo..

Lucina dijo...

perfecto para esta noche,
un beso

Luis Cano Ruiz dijo...

Hola Roxana.

Mis comentarios nunca se moderan, así que no se cual será el fallo por el que no han aparecido tus comentarios. Mil perdones por ello.

A los cuatro días, cualquier comentario que se deje pasa antes por la moderación para evitar spams, y como llevo tiempo sin meterme (las últimas dos entradas estaban programasdas), pues a lo mejor no he podido aceptarlos.

Siento si no han aparecido, pero nunca es mi deseo que dejen de aparecer vuestras aportaciones.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

saudade dijo...

La espera que viene después de un intercambio de teléfonos (o de un beso, o de una noche, o de una mirada)

Un abrazo

Anónimo dijo...

bonito tu blog visita el mio Blog de Humor