Tres versos: Heridas

#147
Dicen que un clavo saca a otro clavo,
pero de lo que nadie habla es de las astillas que saltan cuando el martillo golpea la madera.
Esas astillas son las que nos impiden disfrutar de un amor limpio,
las que nos hacen engancharnos una y otra vez,
hasta que todas las historias acaban en rotos y remiendos.




#142
Pienso aprender tus puntos débiles para curarlos cuando llores,
y hablar de los amantes que no supieron quererte.




#139
Soy joven y ya guardo alguna cicatriz y algún recuerdo.
Como el de aquella mujer que insinuaba que el amor se apagaba lentamente.
Quizá debí amarla más deprisa.


10 comentarios:

Sofya dijo...

Son versos que dicen mucho de tu sensibilidad y de tus afectos, en concreto el 142 me ha dejado extasiada.

Un abrazo Ladrón! :)

Vértigo dijo...

Ya sabes que tienes demasiados efectos en mí... En fin, sin palabras...

nubedealgodón dijo...

Tienes razón, nadie habla de las astillas. Y a veces ni nos damos cuenta de que están ahí, hasta que pasamos por encima y se clavan más adentro de lo que podría haberlo hecho el clavo.

Me ha gustado leerte, un saludo :)

Óscar Sejas dijo...

Sin ciertas heridas hay personas importantes a las que jamás nos hubiéramos acercado, así que supongo que en el fondo no son tan malas mientras se consigan cicatrizar.

Salud.

Marina dijo...

Piel de gallina con el último verso.

¡Salud!

Historias entre Fogones dijo...

¡Cuánto echaba de menos visitar este lugar !
Como siempre, sin palabras.
Un abrazo enorme

Anónimo dijo...

Poema #147 No tengo nada más que decir porque lo has dicho tú todo ya.

Un besote!

Psicodelia dijo...

Nada mejor que los escritos de un hombre enamorado.

Lindo Blog, quería seguirte pero no encontré ningún botón.

Mónica PG dijo...

Las cosas de las que nadie habla, o las que pasan inadvertidas, son las que verdaderamente explican aquellas que sí se cuentan.
Y estas heridas, a su vez, sanan otras anteriores...

Anónimo dijo...

Sin palabras.Ojalá más de uno te leyera y aprendiera a curar puntos débiles.
Un abrazo!