Anuario

Ahora que acaba el año y nos deja miles de heridas, de fracasos y miedos. No puede ya robarnos más lágrimas, y ni siquiera las tibias sonrisas que alguna vez esbozamos logran sacarnos de este letargo oscuro. Dicen que ha sido el año de la crisis en el mercado de valores. Eso, si valor puede tener ese mercado que ha desgarrado a tantas familias, dejando temblando los sueños de tantas personas, sumiéndonos en una realidad paralela plagada de inseguridades. En realidad, la crisis ha venido en los sentimientos y el amor. En todas las promesas que nunca se han hecho o nunca se han cumplido.
En las relaciones que se han perdido, que han dejado en el naufragio tantas botellas de ron. Y aún hoy, sigue llorando el cielo y nosotros por dentro. No lo hemos comprendido, y damos vueltas a una idea que nunca llega a buen puerto. Vivimos días de soles fríos, tan fríos que no los calienta ni ese ron que cae en nuestra manos, ni los abrazos de manos amigas. Por más necesarios que estos sean. Acaba este calvario y en mi cuerpo se quedan las cicatrices que ya no puedo borrar.
Quería hacer un anuario de las muchas cosas que han desaparecido este año. Dicen que las seis primeras uvas son para pensar en lo que dejas atrás, mientras que las seis siguientes pertenecen a los buenos propósitos y los buenos deseos.
Pero este año, que de largo ha sido el peor año de mi vida, me reservo once uvas para despedirte, y sólo una con el mejor de los deseos:
QUE LLEGUE EL 2011 (si es que trae algún cambio)
Nunca fue el Edén
Respiraban el humo de días extraños,
de fronteras militarizadas y futuros enrejados.
La desidia que pesaba en los bolsillos vacíos.
En las ruinas de una historia
que nunca dejaron que fuera suya.
Entonaban en silencio plegarias y oraciones
caídas en un pozo de amnesia y olvido.
Buscando quizá el eco de un dios
sordo y ajeno al mundo.
Hicieron un hatillo de esperanzas y ropas raídas
dejando en el puerto el pasado y el miedo.
Buscando consuelo en aquel sol lejano
que calienta el cuerpo pero enfría el alma.
No eran los únicos que conocían el hambre,
pero podían recitar de memoria las mil y una heridas
que deja al pasar de largo la vida
No se conocían de nada y sin embargo,
el rodeó el cuerpo de ella con su brazo,
Como si con ese gesto alejase
todos los fantasmas de otras vidas.
Y la protegiese de la desdicha y la pena,
de ostentar otra medalla de fracasos
que esperaba en aquella playa sin castillos de arena
con un tricornio y una manta bajo el brazo.
Anatomía del fracaso

Daba por hecho tantas cosas,
que me olvide de admirar tu sonrisa,
y casi no miraba los ojos que eran
talismán y amuleto de mis días.
La forma en que me mirabas,
apartando cualquier duda de mi cuerpo.
Cuando el mundo era un lugar escondido,
entre la cena y el libro de cabecera.
Cuando contábamos con años por delante
y créditos ilimitados de besos y abrazos.
Antes de las hipotecas de tiempo limitado
y los saldos de sueños agotados
Di por hecho que sabías,
que todos mis besos llevaban tu nombre,
a pesar de guardarlos bajo llave y callarme
o de no darlos por si alguna vez te echase de menos.
Las noches de verano y los conciertos,
el olor de tu cuerpo en mi cuerpo.
Di por hechas tus caricias
antídoto de las soledades más frías.
Y ahora me encuentro tirando a la basura,
las promesas que siempre di por hechas,
las cosas en definitiva, que tu no sabías.
Y ahora, que te vas preguntándome si te quería,
me doy cuenta de que di por hecho
que no te irías.
Fotografía: "Dando imagen a tus poemas" de Mar Argüello Arbe
Tiempos de soles fríos (Prosa)
Atravesamos tiempos duros, en los que escribir resulta doloroso y nuestras almas -si alguna vez existió tal cosa- duelen como puñales de lágrimas que alguna vez derramaron quien aprendió a no llorar.
Atravesamos tiempos en los que pedir perdón, decir te quiero, o sonreír son artículos de lujo y no necesidades básicas. Hace tiempo que desde el mar no se ven las estrellas, y ningún camino lleva a Roma, si es que alguna vez decidimos ir allí por algún motivo.
Perdemos. Siempre lo hacemos, y la mayoría de las veces de forma estrepitosa, como si quisiéramos demostrarnos que el mundo se desmorona y asistimos impasible a cada entierro de los días que nunca fueron nuestros.
Sin embargo, a pesar de la derrota cercana, las lejanas, y las que vendrán, seguimos en pie, brindando con vino al amor y a la locura de camas tan revueltas como vividas.
Tantas sonrisas entre las sábanas.
Por suerte o por desgracia, los que escribimos llevamos impresa la derrota en nuestras letras, y un punto de amargura a cada paso.
Pero siempre, de un modo incompresible que roza la magia, nos levantamos, escribimos de nuevo, sonreímos, tomamos ese café que levanta el ánimo perezoso de luchar de nuevo por un futuro incierto -todos los futuros lo son- que se nos presenta en los charcos más sucios. Pero incluso el agua de estos charcos, alguna vez, formó parte de un océano.
Para Libertad (de Guille)
Es muy inteligente y crítica, aunque ella misma no se da cuenta y piensa que, de un modo u otro, todos podrían hacerlo (cuanto error). Lo hace todo con tranquilidad, "a su ritmo". Ama la simpleza. La simpleza de las cosas y de la gente, a pesar de que siempre se coma la cabeza con cuestiones que nada tienen de simple. Ella, asegura, es simple (aunque de "simple" no tiene nada).
Algunas veces hace reflexionar con sus pensamientos y dichos, haciéndo que de una comedura de cabeza aparezca una sonrisa tibia y una solución que estaba oculta. Será por eso que conoce tan bien a la gente, y sabe como tratar y como dar en el clavo.
Representa a las utopías de la época. Las de su propio planeta, su propio mundo. Un mundo simple.
No dejarás nunca de crecer, de sorprender, de enseñarnos.
Como iba yo a pensar, cuando la conocí, que esa cosa tan pequeña iba a ser lo mejor que me había pasado nunca.
Pregunta y respuesta
Preguntas como amar
mientras el cielo se carga de nubes negras.
Mientras los futuros se convierte,
en olvidadas utopías y anacronismos.
La ciudad parece, me cuentas,
un espectro difuso y cansado.
Hojas de árbol caídas en el suelo,
en rutinas demasiado amargas.
Serán los años, me dices,
que entristecen tus alas.
O esta lluvia ácida y cínica en la que nos refugiamos,
de sentimientos encontrados
de cicatrices y arañazos mal cuidados.
Será que ya no me besas como antes
y que ya no somos dos personajes
en aquellas historias de amor de Hollywood.
Respondo que el mundo sangra,
que se barnizan los sentimientos.
Y se tiñen los días de negro.
Que me duele cada verso que escribo
entre sorbos de un ron demasiado añejo.
Y ya no sonrío cuando sueño.
Puede que haga demasiado que no sueño.
Serán los años que entristecen mis alas,
o esta lluvia ácida y cínica que nos quema.
Será que busco salvarte,
de cicatrices y arañazos mal cuidados.
Será que necesito tus besos mas que antes.
Que tu mano me salva de naufragar en quimeras
y que ya no somos -gracias a dios- dos personajes
en aquellas historias de amor de Hollywood.
Regreso
Llego al lugar del que nunca me fui y contemplo que el sol es más lejano y más frío. Que las sonrisas duelen en el alma. Que no hay alma ni cielo. Que el olvido y el recuerdo son el mismo clavo que siempre arde.
Llego al lugar donde las palabras se atragantan y los ojos se cierran. Donde las verdades son manipuladas y las mentiras se aplauden en mítines siniestros.
Al lugar donde te amé y te eché de menos. Donde dudé y entregué mi vida en cada uno de los besos que te daba.
El lugar donde arrié todas las banderas y capitulé las esperanzas. Donde los sueños se pagan y se apagan. Donde no sirve de nada reír, pues el eco sordo de los llantos nos desgarra.
Regreso a un lugar cualquiera, a todos los lugares, y descubro que nunca me fui y que siempre he estado ausente,
Quizá por eso el sol es hoy más frío y la niebla difumina tu rostro, que siempre estuvo y estará, tan triste como hermoso.
Campo Gravitatorio
buscándonos como los únicos animales
que perdieron el norte,
mientras nuestro mundo se tambalea.
Mientras se olvidan las preguntas
y no hallamos respuestas.
Donde nos llevaran estos sueños
que nunca nos guiaron. Estas ruinas
arruinadas por los engaños.
Pesimistas para enamorarnos.
Torpes para llamarnos.
Lejos de creer que el mundo se salva
acabamos preguntándonos a oscuras,
mientras Bagdad arde
y tu sonrisa se apaga
si merece la pena rendir las banderas
de nuestra revolución
a los pies de la cama
en la que ahora nos besamos a oscuras.
Si existe una mínima oportunidad,
por pequeña que sea,
de volver a verte después de madrugar.
Antes de que Octubre nos atrape
De las heridas que a su paso va dejando este año.
Sellaré con maderas y clavos el corazón
pues en estos tiempos se agrieta demasiado.
Te pediré que me acompañes
antes de que la ciudad nos ahogue.
Nos pesen los años y sintamos que nos desmoronamos,
como el mundo que agoniza en nuestros brazos.
Podríamos viajar a la Argentina,
perdernos en las tabernas de Dublín,
volver a visitar a hombres con faldas y camisas,
tocando para salvar el alma que se apaga lentamente.
O quizá helarnos en Praga y ver París cuando anochece,
Y regresar a casa antes de que se queme la cena,
de que la rutina nos atrape sin remedio.
Y olvidemos sin querer lo que es querernos.
Por eso el tiempo nos apremia,
y te pido que no invadan tu cabeza las dudas,
aunque el mundo esté plagado de inseguridades y ruinas.
Y cada historia de amor eterno se extinga.
Porque deseo escapar contigo en este año
en que los incidentes se multiplican.
Y envolverte en mantas y caricias.
Antes de que Octubre nos atrape
Las cosas que no hicimos
qué tal ese trabajo que consume tus días.
O ese tipejo con el que me han dicho que andas,
si eres feliz o sobrevives.
Debería pedirte que escribas de vez en cuando,
contándome si te acuerdas de aquellas noches de invierno,
de los portales que nos cobijaron
cuando aún creíamos en lo eterno.
O quizá sea menos locura romper
el marco que te ata a mis recuerdos.
O ahogar en ron los sueños en que tu cuerpo me desvela
y el aroma que dejaste se convierte en veneno.
No se si cabe en estos versos, decirte que
a pesar de aquellos gritos,
todavía recuerdo el susurro de tus palabras en mi espalda
y tus dedos como la primera vez que rozaron mi cuerpo.
Sin embargo, parece que no te escribiré.
Puede que necesite quedarme con tu recuerdo
en vez de malgastar los días preguntándome
si hubiese cambiado algo al despedirnos,
no sé, quizá un último beso.
Expertos de la mentira
De huelgas y soluciones
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Os dejo el enlace a un gran artículo publicado en El País, el día 26/09/2010 , escrito por Alain Touraine, sociólogo francés, titulado "La crisis dentro de la crisis", aclaratorio sobre la situación que vivimos hoy día.
Una generación en la mochila
Que eras especial y uno de los pocos que quedaban luchando en la trinchera lo sabíamos unos pocos, aquellos que te veíamos como los que eras, un político comprometido, un hombre del pueblo y uno más de los muchos que anónimos -aunque tu nombre siempre será recordado- que vivieron con la lucha diaria de la ignorancia y el pacto de silencio que parece reinar en esta triste y envidiosa España.
Habrá quien tache tu lucha de anacrónica, quien piense que contigo mueren los motivos, los ideales, y sobre todo se disuelve el ejército de los que luchan por un mundo mejor. Otro mundo es posible.
Lamento no haberte conocido, haber compartido en tus libros todo el conocimiento que tenías para dar, y que sin duda dejaste como legado para una lucha siempre necesaria, y que algún día dará sus frutos.
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Os dejo el enlace a la entrada publicada por Rodolfo Serrano, en un maravilloso artículo escrito para El País el 16/10/1999, titulado "El señor diputado actúa en Madrid" donde se reflaja la personalidad de "El Abuelo".
Cuando muera el mundo buscaré tus ojos
Me siento vació y me pregunto, en silencio, si quedan otras formas de salvarme que no sean estas letras que desgarradas me reconfortan. Y tus labios, siempre calman mis heridas más profundas, siempre encuentro un motivo nuevo para poder agarrarme a los últimos restos del naufragio.
El mundo sigue su curso, y seguirá en el mismo lugar siempre, y sus habitantes se volverán más oscuros a medida que nos vayamos hundiendo. Y se construirán otras ruinas sobre las ruinas de las anteriores, y las tristezas dolerán como siempre dolieron, en los mismos lugares.
Y sangrarán las mismas heridas. Y nos preguntaremos si valió la pena curarlas, lucharlas como lo hicimos, con la certeza de salvarnos a medias, mientras el mundo se movía a otras velocidades y nosotros, cercanos a perderlo todo, nos mantenemos contra todo pronóstico.
Será por eso que, cuando muera el mundo buscaré tus ojos, y me recordaré los días en que fuimos felices y sonreiré mientras te beso, con paciencia.
Sin rogar a oscuras que no pasen las horas
sin normas.
Sin aeropuertos desde los que partir
o en los que aterrizar.
Sin órdenes malentendidas o contradictorias,
ni cinturones que nos aten
cuando entre nuestro cuerpos
se aproximan turbulencias.
Sin billetes presellados ni arcos detectores
de fallos.
Sin prever el equipaje ni volar
más allá de destinos pequeños y soñados.
Sin necesidad de decir adiós antes de hora.
Sin aterrizajes forzosos que hagan
de los restos de este fuselaje
que nos envuelve en tu cama.
Algo tan nimio y tan enredado
que tengamos que buscar la caja negra
entre las ruinas de las sonrisas del pasado.
Si sólo una noche volases a mi lado...
Los Viejos Lienzos de Eva II + Frase + Novedades del Blog
La frase del mes (ese es el período que he decidido dejar cada frase expuesta) corre a cargo de Zhou Enlai, quien fue Primer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores de la Republica Popular China desde 1949 hasta su muerte en 1976, rodeado de una multitud agradecida por haber conseguido sacar a China de la más absoluta pobreza tras la guerra y reconvertir el país para la agricultura que hoy lo sustenta.
2.-
Por petición de Anacronista -y no por menos ganas mías- os dejo "Los Viejos Lienzas de Eva II", el segundo capítulo que escribí y en su día publiqué. Espero que, quien lo lea, lo disfrute.
3.-
A la derecha han aparecido unos dados. Sirven ara bucear por mi blog de manera que el azar te lleve a una entrada ya publicada diferente cada vez que pulses sobre ellos.
Gracias a Ane, cuyo blog -"musgo de estrellas"- es siempre una inspiración, un alto en el camino, y el bastón que a veces hace falta para no cojear, por esta novedad, y por todas y cada una de las conversaciones que me permineten seguir encontrando la verdad escondida.
Te debo una entrada, antes de que Octubre nos atrape, para honrarte, honrar tu blog, y brindar si es menester por lo que sea.
4.- Empezaré de nuevo, espero, a los Lunes en verso con nuevos poemas.
Otros finales
se les acabó aquello que entre nosotros
parece eterno.
Y dudas, preguntándote si el amor no será
el espacio comprendido entre el primer beso
y el último abrazo.
La rutina inevitable de los días grises y tristes,
que amenazan hoy más lluvias que soles.
Será esta extraña epidemia,
o el mal año que llevamos,
que ahoga las ilusiones y nos condena
a otros finales.
No se consolarte y lloras por dentro.
Y yo me refugio en tu piel.
En las marcas de todas las estrellas
que un día bañaron tu cuerpo.
Me escondo del mundo y me hago pequeño.
me siento cansado de algo que no alcanzo a comprender.
De ver que el mundo se rompe alrededor
y nos quedamos solos.
Siento escalofríos cada vez que me cuestiono,
porque duran tan poco las promesas eternas.
Me siento triste y cansado,
y no parece que vaya a mejorar este año.
Empezar donde terminamos

Creo que a menudo somos poco capaces de cambiar algo en nuestra casa, en aquello que fue nuestra vida, y nos tambaleamos entre montañas de pertenencias que debieron desaparecer hace demasiado tiempo.
Yo, por ejemplo, creo que para empezar a cambiar, tenemos que ir al lugar donde terminamos de crecer.
En eso consiste desaprender
*Foto de Mar Argüello Arbe, titulada "Comienzo y final"
Un pequeño paso, a medias

Poco a poco conseguiremos que este país atrasado y cruel en determinadas prácticas animales sea por lo menos, un país de vive y deja vivir.
La pena, que tradiciones como el toro embolado no se ha prohibido. El parlamento catalán debe considerar que le animal sufre menos si reporta grandes beneficios.
Felicidades Mar... чуть-чуть
Esta, aunque como siempre torpe, es una manera de darte las gracias, y felicitarte por los años que te han llevado a ser como eres, la dulce joven que sonríe en el azul de sus ojos. Los ideales duros como rocas, La Libertad que Quino dibujó junto a Mafalda.
Para días como estos
A Mar, a tus 22, el mundo por delante.
Como agradecerte que seas,
la balsa que salva mis horas.
La niña que sonríe en mi boca
Aquella que brilla con esa luz que devuelve
la vida a mis sueños. La llama,
que no me abandona.
La eterna respuesta a preguntas
que siempre dejamos a medias.
La razón de mi suerte,
mi trébol de cuatro hojas.
Mi amuleto contra las rutinas
la oportunidad de quererte.
Buscar y encontrar tus consejos
Un lugar escondido
donde nunca esconderme.
Mi mapa para volver a casa,
los abrazos que me faltan.
El calor de tu piel moteada.
Las lágrimas de felicidad cuando te miro
sonreírme apoyada en la almohada.
Cuando tus dedos me desarman.
La canela y la nieve,
las constelaciones que encuentro en tu cuello.
Mi equilibrio, mi duende
mi cuento de hadas, de princesas.
La historia que termina bien cuando baja el telón
y olvidamos que el mundo se quema.
Huellas en la arena
al oír mi nombre
Que te pesan demasiado las promesas rotas
y los sueños no alcanzados.
Que ya no me odias,
porque para eso tendrías que recordarme,
mirar viejas fotos y maldecirme en silencio.
Y duelen y abrasan todas las canciones que antes eran nuestras.
Algunos dicen que aún esconces
viejas lágrimas que me pertenecen
Que callas más y ríes menos desde la tarde
en que nos dimos por vencidos
No se porque motivo hoy abrace tu ausencia,
y sentí ese frío helado al pensar en ti.
Y lloré como un estúpido al buscar alguna prenda de ropa
que hubieras dejado en el armario
Algo más allá de todos los recuerdos
borrosos que me asedian,
del aire que lleva tu aroma
y el sabor que dejabas en mis labios.
Me acordé de las constelaciones que tus pecas dibujaban
en la piel que besaba como si fuesésemos eternos.
Te escribo esto, que se yo,
porque los días pesan como años,
Y hace mucho tiempo que nadie me da
la mitad de lo que tenía contigo.
Indefenso
Mientras me cuenta lo cerca que estamos
del abismo de los sueños.
Lo lejos que queda la paz en los telediarios,
fríos como las noches buscando tu mirada
en sombras proyectadas en el techo.
Este hastío que nos embarga la alegría
de aquellos días en que reír era una derecho.
Y tus sonrisas, el principio y fin de mi universo.
Hoy parece, por lo que cuentan,
que la vida cotiza a la baja en la bolsa.
Proliferan las mentiras y las falsas soluciones.
Llegar a casa es mirar un cementerio de sueños
y arrastrar los pies por el calvario
en que se convirtió nuestro futuro.
Parece que las horas son,
otro bien más hipotecado de por vida.
Y besarte en el sofá y desnudarte a escondidas,
una peripecia que se me antoja lejana.
Termino el desayuno y sólo lamento
que nada vaya a cambiar en muchos días.
Vengan tiempos oscuros sin quimeras
que alumbren los pasos ciegos en la arena.
Sin embargo, tú me miras detrás del periódico y pienso
que ya va siendo hora de cerrar el libro e intentar
salvarnos de este mundo que se quema.
Las tapas de tu cuaderno

La caprichosa y pálida dama ha decidido que el mundo no se merece a alguien como José Saramago. Simplemente, nunca estuvimos preparados, o teníamos miedo, y por eso tus palabras siempre fueron un paso por delante de nuestras inteniones, y a años luz de nuestros actos.
Hombre comprometido como pocos, con agallas suficientes para denunciar las injusticias que veías a tu alrededor o de pronunciarte sobre los conflictos políticos de este tiempo. El tuyo, el mío.
Tenías razón cuando afirmabas "Estamos todos hundidos en la mierda del mundo y no se puede ser optimista. El que es optimista, o es estúpido, o insensible, o millonario". Como siempre, quizá las crisis sean como la religión, la forma de aplastar las conciencias y las voces de los que sueñan ese mundo que soñaste, que ilusionaste.
Vuelves al campo que te vio nacer, a descansar de aquellos que nunca hicieron nada por cambiar las cosas. Y hoy, nosotros cerraremos para siempre las tapas de tu cuaderno.
José de Sousa Saramago nació en Azinhaga (Portugal) el 16 de noviembre de 1922 en el seno de una familia campesina
Sensaciones desencontradas
buscando qué se yo, una sonrisa que te salve
de las noches aciagas e imprudentes.
Del ron más amargo de la memoria.
Leyendo un viejo poema escrito
en los ojos de aquella chica menuda que te observa
desde aquel cristal indiferente del autobús
Sonríes a medias mientra sueñas
como sabrán los besos de sus labios.
Si lloró alguna vez de alegría,
si alguien le espera en la parada y le susurra
que el mundo está a salvo en sus caricias.
O si te mira simplemente distraída y sin mirarte
Suspiras y te resignas a esperar tiempos mejores.
Espada en mano y cuchillo entre los dientes,
con una certeza sutil de luchar a hostias con la vida
y sin dejar de mirar a los ojos a la muerte.
Quizá aquella mirada valió la pena,
después de todo.
La puta “fiesta” nacional
Hoy es uno de los muchos días en que odio ser español. En el que odio a los habitantes que se aferran al pasado sólo porque el presente se abre a todas las ideas, y no les permiten seguir en la cerrazón desde la que su diminuto cerebro y sus absurdos argumentos no parecen tan patéticos.
Como rezaba una frase en Internet: “Hoy vivo en un país que se asesinan toros en público, pero no me permiten ver películas online”.
Una vaquilla es maltratada hasta la muerte en Alhaurín el Grande
Tras esto llega una noticia algo esperanzadora, pues el el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, ha decidido prohibir la suelta de vaquillas, ya que según el regidor, el consistorio lleva desde hace "varios años" planteando la supresión alegando que "cuando las autoridades no pueden controlar un acto público, lo mejor es prohibirlo"
¿Tienen que pasar cosas de estas para que los ayuntamientos entren en razón?
El humo que fue nuestro pasado
la frase que me dejó como regalo de despedida.
Como un galimatías sin respuesta,
un problema de matemáticas sin sumas ni restas.
Anclado en un pasado que se había ido,
en un presente que nunca tuvimos.
Ajenos al trayecto del tren que nos llevaba
a donde llevan los caminos que no van a Roma.
Al lugar donde nunca hallamos explicaciones,
donde lloramos sin saber porque o cómo.
O si fue culpa de alguien o simplemente sucedió,
como suceden las cosas que no tienen mucho sentido.
Como si Yukio viniera a explicarnos su motivo.
Como si a la pregunta ¿nos quisimos?
sólo le siguieran dos puntos suspensivos.
Ese es el motivo por el cual sigo perdido,
en el mismo jardín baldío y olvidado.
Por lo que no paseo, hablo menos y no comprendo
tantos motivos que antes hubiese comprendido.
¿Nos quisimos? ¿Ganamos? ¿Perdimos?
Alguna vez volveremos a mirarnos
como tantas veces hicimos sin pensarlo.
Si volveremos, una noche de borrachera a buscarnos
como si fuésemos el único arma contra no estar solos,
contra dejar pasar el tiempo. Contra la falta de tiempo.
Quizá nunca lo sepamos
Aquello que perdimos
Las noches de cine
Los paseos infinitos entre portal y portal.
Amarrarme a tu pelo en la cama.
Recorrer tu espalda.
El sabor incansable de tu cuerpo.
El fuego de tus labios.
El aroma a primavera de tus besos.
El saberte tan cerca que no te suelto,
y te sueño y te beso, como si fuéramos eternos
Las llamadas a media tarde.
La incertidumbre del domingo al despertar,
y encontrarte al otro lado de la almohada.
Las copas y las caricias de más.
Los secretos confesados.
Los abrazos de menos.
Nosotros. Los portazos y enfados.
Las reconciliaciones.
Los silencios cómodos…
A veces pienso que perdimos
justo un segundo antes de ganar.
Quedando recuerdos vacíos.
El consuelo en las noches en que te echo de menos.
23 de Abril: Día de los Comuneros de Castilla

En 1520 comenzó a gobernar su hijo criado fuera de nuestra tierra y desconocedor absoluto de nuestras costumbres. Nunca llegó a ser rey de Castilla, si bien fue proclamado emperador bajo el nombre de Carlos V de Alemania.

Comenzó la mayor revuelta de la península ibérica. El pueblo contra la nobleza y la monarquía, el primer germén de un estado democrático y republicano, con los valores "de lo que es del pueblo, es para el pueblo".
Un año después, fuimos vencidos y ajusticiado en Villalar, capital del día de la comunidad, y con ello se borró durante mucho tiempo el rastro de la hazaña de hombres como Juan Bravo, Juan de Padilla y su mujer María Pacheco, Antoni Maldonado, El Obispo Antonio de Acuña... Tristemente las crónicas han condenado al olvido durante muchos años esta hazaña, incluso hoy en día ni siquiera sale en los periódicos nacionales, siendo más importante el día de un "Santo" en un país aconfesional...

En fin, si cuando digo que sólo en la república (el tercer color republicano fue cogido de nuestra bandera) los españoles fuimos por un instante cuerdos...
TU, TIERRA DE CASTILLA,
MUY DESGRACIADA Y MALADITA ERES,
AL SUFRIR, QUE UN TAN NOBLE PUEBLO COMO ERES
SEA GOBERNADO POR QUIENES NO TE TIENEN AMOR.
(texto de un pliego de cordel anónimo de pincipios del siglo XIX)
Dedicada a la Señora Justicia en honor a las vacaciones que parece se está tomando y en reconocimiento a la impostora que ha ocupado su lugar

Es indignante que un país sea capaz de mirar hacia otro lado mientras manos manchadas de sangre mueven los hilos de la política y condenan lo justo.
Triste que herederos del fascismo campen a sus anchas por un país que fue víctima de mentes perturbadas.
Asqueroso que una ley del silencio impuesta por el miedo, se convierta en leimotiv de nuestro pasado. Un pasado cerrado al conocimiento, al debate, al juicio crítico.
Desolador que se excusen las mayores barbaridades entre hermanos apelando al momento. Si fue así, si ocurrió y nada se puede hacer, remendémoslo sin repetir los errores del pasado.

Aberrante que en un país supuestamente aconfesional, una secta ancestral tenga poder para salir en la portada y no salga en la sección de chistes.La misma secta cuyo jefe ocultó asuntos tan escabrosos como los abusos de menores. Robando la infancia y llamando pecadoras a madres desesperadas, a leyes progresistas.
Por último, imperdonable cerrar las puertas de la justicia universal, ahora que este derecho empieza a molestar. Ahora que no son pequeños dictadores los juzgados, sino asesinos confesos a manos de un país tan peligroso como necio.
Hoy, me siento astiado de pertenecer a un país paupérrimo, inculto, dividido, radicalizado. Un país que hace 74 años que perdió el norte.
14 de Abril
Dices que han cumplido un año más tus ideales.
Que hoy sonríes y sueñas.
Siempre un paso más cerca, aunque nunca llega.
Parece que no son tus ideales mayores de edad.
Que todavía no pueden votar en elecciones,
aunque el voto sea un derecho que se ganó
con su sangre derramada.
Será, amor mío, que la monarquía ancestral
cohíbe las voluntades,
dejando todo atado y bien atado,
y en silencio la memoria.
Que los cimientos de lo construido,
aun tiemblan con los ecos de lo vivido,
y siempre hay un bando vencido.
Pero hoy cuenta la radio que tienes motivos para sonreír.
Que a pesar de todo un clavel llamó a tu puerta,
y nos vestimos de morado, vistiendo la bandera de quienes perecieron,
y a pesar de todo, siguen viviendo.
A Mar, por no perder el sueño de encontrar el norte.
Carta a una Vieja Amiga
Puede que sea esta epidemia de prisa
que nos deja sin tiempo ni aliento.
El estrés, ya sabes, me obligó a escribir menos
y dejar de lado el sueño hipotecado.
Sigo intentando enamorarla igual,
aunque el cansancio de los días pesa,
y el ruido que a menudo ensordece los latidos
hace más difícil besar cada día
como si fuese el primero.
Espero que sigas igual, que sigas riendo por todo
y llorando de felicidad cuando te mira y te susurra
alguna frase sacada de aquellas viejas películas.
Que cuentes primaveras en lugar de años,
trayendo cada una consigo más flores y más amigo a tu mesa.
Las despedidas, lo sé, no duelen tanto.
Años que adormilan la memoria que encierran
los besos que callamos.
Pero yo sigo con mis días en que, entre vino y melancolía,
escribo cuatro versos que recuerden,
tal vez porque a pesar de todo aquellos años fueron felices
lo que tuvimos y perdimos.
La conversación de los amantes
muchas noches y aun así son pocas.
Copas de vino que terminan en el suelo
[al calor de la ropa.
Interminables besos, y aun así son pocos.
Muchos secretos, y aun así,
no le cuento a nadie cuando, entre el frío y tu piel,
solo media un momento.
Cuando te desnudo buscando,
la parte más tibia de tus pechos.
Me ves vestirme mientras piensas,
hacia donde nos llevará una historia
que empezó donde acaban todas.
Una historia escrita por un solitario guionista
de cine independiente.
Tan fría y triste como una despedida en la estación de trenes,
como un abrazo con abrigo, como una carta escrita en Word.
También podría ser, en vez de fría y triste,
tan cálida y misteriosa como amantes que se buscan,
como dos adolescentes jugando a conocerse.
Impacientes.
Cómplices de silencios de sudor,
y entregados al amor sin reproches,
ni llamadas antes de acostarse.
He compartido entre tus sábanas,
muchas noches y aun así son pocas.
Aunque ahora sea tiempo de recoger mi ropa.
Adios Don Miguel

Hoy, Valladolid se vestía de fiesta. Dejaba a un lado la indiferencia de quien vive por y para el dinero. Dejaba de lado el hastío de una sociedad cada vez más yerma, más indiferente al ruido de voces disconformes, o simplemente de voces.
Hoy no era un día para pedir ni criticar por actuaciones. No era un día de fútbol ni de otro deporte. Era, por primera vez en mucho tiempo, el día de la Literatura. Se marchaba un hombre al que yo apenas leí de oídas, y quizá por ello esta entrada suene fría. Puede, en realidad que no quiera mitificar a un hombre que vivió para las letras y nos dejó, su vida entre palabras.
Desde su ciudad, que es la mía, se aplaudió una vida, un estilo, una entrega. ¿Por qué? Por el simple hecho de que vivió para las letras y consiguió premios de ceniza y papel. Desde su ciudad, que es la mía, no se le aplaudía por los premios ni los libros vendidos. Se le aplaudía porque, en los tiempos que corren, era una voz, a su manera comprometida.
Yo apenas le había leído, pero cuando una literaria de un pasado comprometido con la sociedad se marcha, uno empieza a temer que los cimientos de la comunidad que habitamos, caigan como una castillo de naipes en medio de un sordo estruendo.
El peor año de nuestra vida
Ponte traje,
y quedemos en la plaza a las nueve.
Sólo estate allí,
y yo respiraré por los dos si tu no puedes.
Deja que sea el pulmón que te falta,
y el medio corazón que se te deshizo en lágrimas.
Porque me destroza verte así,
y también se murió en mi un trozo de alma.
Juguemos al billar y hablemos en silencio,
con la libertad y el derecho que nos da,
haber nacido juntos a los cuatro años.
Desempolvemos la vieja petaca
y sirvamos ese ron añejo que lleva nuestro nombre.
Bebamos y lloremos, pues ambas son necesarias.
Ahora que la felicidad nos apuñaló en la espalda,
follaremos con el olvido, y si hace falta
nos dejaremos la vida en sobrevivir.
Hasta que la marea oculte cada una de nuestras lágrimas.
Porque moriría y mataría por ti.
Sólo quiero que a pesar de cicatrices y fantasmas,
pueda abrazarte en nochevieja y brindar,
por el peor año de nuestra vida.

¿Por qué me quieres? Porque no imagino no hacerlo
porque te abrazo como si el mundo se acabase mañana.
Porqué recorro tus pecas con la yema de mis dedos
y beso cada poro de tu espalda.
Porque te miro en silencio cuando, al llegar a casa,
te descubro tumbada en el sofá,
haciendo del mundo un lugar más fácil de salvar.
No crees ser la razón por la que lloro de felicidad,
incluso en los enfados no puedo dejar de mirar
[de reojo tus labios,
Imaginarnos desnudos jugando a que no hay ni pasado
[ni futuro.
Y ahora te miro, salvando las mentiras que pise en la acera,
los huracanes, las tormentas de tristeza que azotan la ciudad,
que solamente hay una respuesta a todas las preguntas que formulas,
a tus inseguridades:
Porque hace mucho que dejaste de ser aquella noche
para convertirte en esta vida.
Y hace mucho tiempo que no soy ladrón,
sino guardián de cada uno de tus días.
Gracias a Saludade, que me prestó una frase fundamental para este poema.
Quien (des)espera una cita
nos agotó el tiempo y los momentos
en que no fuimos nosotros.
El sabor a otros cuerpos,
el aroma a fracaso y decepción.
Las tardes frías sin noticias tuyas,
y la esperanza sin noticias de dios.
Todo lo que nos callamos.
Lo que pudimos salvar bajo la tormenta
y dejamos a la deriva.
Por miedo a rescatar cenizas quemamos nuestras naves.
Como si fuéramos dos extraños que se encuentran
un día cualquiera en un bar.
Una noche sin luna, sin quizá.
Las heridas maquilladas,
Las promesas olvidadas
El esperar sin esperar nada.
El no saber decir hasta mañana.
La envidia de la luna
dos cuerpos temblando entre caricias.
Dedos que se cruzan en tu vientre.
Lenguas que se anudan.
Una ecuación imperfecta del amor
Escrita en un jirón de tu ropa, en una servilleta.
En un borrón de tinta.
Torpes testigos de nuestra revolución
Claveles. Vino. Rosas.
Hostales y postales
Jurando querernos hasta mañana,
pero soñando con la eternidad entre las sábanas
Amantes practicando entre sudores,
a la hora que cierra la inocencia.
Cuando los novios se buscan furtivamente
en las caricias
Cuando tú y yo apagamos la luz, cerramos las cortinas,
Y nos despedimos de la luna y su envidia.
Versos sueltos
archivados en cualquier armario.
Pospuestos para un mejor momento,
cuando no hicieran tanto daño.
Me pregunto distraído,
si será casualidad que la única vez que fuiste feliz,
lo fuiste a mi lado.
Lamento
consuelo en los versos que he escrito.
Que las musas de los poetas dan voz a otros poetas,
y no se hilar tu boca con mi boca, ni mis labios con el vino.
Aunque me abate el desencanto en cada nota
de acorde de noches perdidas.
Aunque no escriba lo de siempre y piense
que la esperanza está perdida.
Aunque resulte más fácil perder y hacerse el ofendido.
Aunque mis manos ya no sean tu boca,
Ni mis dedos tu tinta.
Aunque al gallo de la aurora se despierte a medido día.
A pesar de ti, Inspiración, sigo escribiendo poesía.
De vidas que se convirtieron en recuerdo y en olvido
es echarnos de menos a rabiar.
Unas cuantas deudas de amor bajo la manta,
y promesas oxidadas en el desván.
Revoluciones perdidas a los pies de la cama,
Bailes en los que siempre ganamos tiempo.
El martini con hielo.
Y un par de verdades que pronuncié entre versos y lamentos.
Nos queda, al menos,
la saliva y el sabor de nuestra piel.
Los días, alguna vez con vino y siempre con rosas.
El calor de las sonrisas que pronuncié en tu nombre.
Tu recuerdo en fotos de papel marchito.
Tu aroma en el sofá, y en cada desayuno.
La certeza de que siempre fuiste tú,
la protagonista de todos los libros que he leído.
Nos queda el habernos conocido.
El soñar cada noche a tu lado, y cada ausencia contigo.
Perder como hemos perdido.
Ganar en futuros encuentros en el mar del olvido.
De vuelta...espero
Espero haber recargado, y volver con la promesa de cien poemas, con las intenciones que sólo se piensan a principio de año. Con ganas de regalaros versos.
Antes de nada sentir el no haber podido escribir en cada uno de vuestros rincones. Os prometo que lo intentaré compensar (Aunque hasta febrero pido paciencia).
Han sido meses duros, y creo que he perdido más de lo que me hubiese gustado, y aunque he ganado, no siempre la victoria sabe dulce.
Pero no os preocupeis, siempre habrá versos para vosotros, vino entre cada sonrisa, y rosas para ti, Mar.
En dos días os colgaré un poema.
Gracias