La vida nos ha ido dejando algunas
arrugas escondidas
en los marcos de fotos que pueblan el
salón y los recuerdos.
Unos ojos cansados que miran con
ternura infinita,
y nunca dicen no, y siempre dicen ven
cuando lo necesites.
El cariño como patria y bandera, y
como principio
de todos los abrazos que arreglan los
fracasos.
El cariño como modus operandi para
enfrentarnos a la vida,
para salvar todos los obstáculos en el
calor de casa.
Tus manos son remiendos para los golpes
que nos dejan los años en el cuerpo,
la mejor manera de romper los miedos
que al crecer se hacen más patentes.
cuando tu voz suene a beso, y cure las
cicatrices que algún día tendremos.
Porque a tu lado somos tan fuertes que
no podemos rompernos nunca del todo,
con esa paciencia inagotable de saldo
ilimitado, y tu sonrisa eterna sin facturas ni cobros,
Porque cumplimos años contigo cuando
tu los cumples,
con esa extraña sensación de nacer
cada año a tu lado.
Aunque algunas veces no sepamos
entender las deudas que tenemos contigo,
y creamos que podemos alejarnos sin
regresar a ti para refugiarnos de las tormentas y derrotas.
Supongo que este poema vale para
cualquiera de tus cumpleaños,
porque cada ocho de enero vuelve a ser
reyes para todos.
Porque tienes tantos hijos que tu
corazón tiene sucursales en nuestros pulmones,
y todos sabemos que nuestra casa está
a tu lado.