Ya me encuentro en
Buenos Aires. El viaje fue indescriptible, quizá porque descubrí
que me encuentro tan lejos de todo el mundo que me asusta no
encontrar el camino de vuelta. Y al mismo tiempo, no puedo regresar
porque no me siento completa. A veces pienso que nunca lo estaré.
Hay una cosa que
nunca le he contado a nadie, y si te lo cuento ahora es porque
empiezo a entender que puedes soportar todas mis mentiras sin
derrumbarte. He tenido en mis manos muchos billetes para volver a
casa. Cuando me dijiste que te marchabas de Madrid, compré un
billete directo a tus brazos. Sin embargo, no pude dar ese paso,
porque de haberlo hecho, creo que al final me hubiese arrepentido.
No puedo
explicarte lo importante que eres, pero a la vez necesito tenerte
cerca y lejos, y creo que no es justo lo que te pido, pero a menudo
no puedo evitar pensar en que siempre estarás en todos los
aeropuertos para recogerme con flores.
Sonríe,
Libertad.