Soy joven y ya guardo,
alguna cicatriz y algún recuerdo.
Como el de aquella mujer que insinuaba,
que el amor se apagaba lentamente.
Quizá debí amarla más deprisa, o recordar
los caminos que nacían en su vientre.
Las noches en que a solas me inventaba
nuevas formas de conquistarte en cuerpo y alma.
No fueron ni las discusiones ni el cansancio,
sino esa prisa incierta y temerosa,
la que te hizo abandonarme aquella noche
en que Iniesta marcaba un gol a una utopía.
Y yo te busque, lo prometo,
en los lugares donde se buscan las cosas perdidas,
aunque tu nunca estuvieras allí, o te encontrases
besando otra piel mas tibia.
4 comentarios:
me gustan los lunes y más cuando son en versos como los que construyes, aunque, así entre nosotros... los hay complicadillos ¿no?... bueno, podemos con mucho más de lo que creemos.
salud. me parece que con eso ya tenemos mucho adelantado.
Es posible que ella no estuvieraen el lugar donde se buscan las cosas perdidas...
Un abrazo.
es precioso. me ha encantado.
"aquella prisa incierta y temorosa..."
El final de una historia no siempre son las discusiones o los engaños, a veces, los miedos nos superan y acabamos roempiéndonos...
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