las mañanas lejanas, los encuentros.
Las lágrimas saladas, las sonrisas
los deslices, los errores cometidos.
Que se olviden los besos no merecidos,
y los días tristes.
Las caricias sin nombre, los proyectos,
las luchas ganadas, las batallas perdidas.
Que se recuerden los abrazos sinceros,
las noches contigo, mis labios en tu cuerpo.
Las manos tendidas, el silencio y las prisas
para desnudarte y salvar el alma.
Que se olvide el olvido,
y mis noches sin ti.
Y los cristales rotos, las decepciones,
los fracasos, y los marcos vacíos de fotos
Que se recuerden los hombros amigos,
y los días felices, las risas.
Las canciones, los poemas
los secretos, las palabras
Que se olviden las heridas no cerradas,
y las cicatrices de amor.
Las cartas cargadas de odio, las flores marchitas
todas las veces que dijimos adiós.
Que recuerdes que te amaba, y cada mañana.
Tu olor en mi almohada, el sabor de tu piel, de mi piel.
Que no se olvide el calor que se heló,
justo cuando te marchabas.
3 comentarios:
me ha encantado
porque siempre hay día... o noche para reinventarnos..
que bellos versos
Un abrazo grande
Brutal! Me ha encantado y me he sentido tremendamente identificada. Digamos, que me ha venido como anillo al dedo para poner palabras a muchos sentimientos.
Un abrazo.
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