-No puedes ganar al Diablo en una pelea al borde le precipicio -dijo la muerte ajustándose la corbata y palpándose la herida que sangraba su pómulo.
-Nunca se trató de ganar -respondió escuetamente con una sonrisa cansada- pero las buenas costumbres no hay que perderlas.
6 comentarios:
Genial.
Beso.
SIL
Yo añadiría que las buenas costumbres en circunstancias extremas es un síntoma inequívoco de valentía.
Y la vida, como escribo en la cabecera de mi blog, es para los valientes que tienen la osadía de vivir sin asustarse ni siquiera de los demonios que todos llevamos muy escondidos.
Lo bueno si breve dos veces bueno.
Un fuerte abrazo.
y es verdad, la fuerza nunca hay que pederla...
Vívida imagen del puñetazo a la mismísima muerte :-)
No sé porqué pero me evocó una imagen muy de película, he podido ver la escena en mi cabeza.
Un abrazo.
Oski
Gracias a todos por los comentarios. No dólo estos últimos, sino todos.
Esta es la manera que uno coge aliento y empuña el bolígrafo para seguir escribiendo.
Cuidaos mucho, y regresad aqui siempre que queráis. Estáis en vuestra casa.
Me detuve en algunas entradas tuyas,
hacía varios días que no te leía...
y siempre la misma sensación,
la percepción de que creces tanto en cada verso...
Un beso
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