Yo si que necesitaba huir para
encontrarme.
Nunca pretendí alejarme de olor de
casa,
de las noches con vino blanco en la
cocina,
de comidas para diez cualquier domingo.
Del estar, sin estorbar, para lo que
haga falta.
Pero necesitaba huir de una ciudad
que se vestía de fiesta cada día.
Donde el anonimato era un espía
chivato,
donde todo se escribía sin sorpresas
ni reglones torcidos,
y la salvación se escondía siempre en
la orilla contraria del pisuerga.
Quizá me fui corriendo para no
fracasar,
para ser otro el que llamase desde
casa,
para hacer realidad el sueño de vivir
las letras a mi modo,
y secuestrarte en quimeras imprecisas.
Resultó que tu huías de la misma
ciudad
para evitar que se marchitaran tus
sonrisas
y acabamos bebiendo utopías a los pies
de un salvavidas que nos era ajeno.
Nunca consideré que nos equivocáramos,
a pesar de que no supimos rematar a los
fantasmas
que atropellamos antes de salir a la
autovía.
Y ahora que regreso para recordarme,
me doy cuenta de que necesitaba huir
para volver,
para ser el de siempre siendo otro.
Para dejar de huir de mis manías,
abrazarte más fuerte cuando regresas a
casa,
y respirar la libertad de crecer
contigo.
*Inspirado en el poema de Mª Helena
del Pino “Nunca quise escapar de esta isla”
12 comentarios:
Enhorabuena en general por todo lo que vas formando y en particular por SER como eres.
Ctct...,
Mar...emoto.
Bellos versos Ladrón, nadie mejor que nosotros para saber a ciencia cierta si lo que necesitamos es huír, nadie mejor...
Un beso!
Luis, cada vez que das un paso, siempre es hacia adelante.
PD: No he podido evitar imaginarme estos versos con el sonido de una guitarra.
Lo dejamos pendiente :-)
Cuidate.
Huimos para encontrarnos. En los más grandes se encuentra la inspiración ;-)
Preciosa la reforma de tu casa. Fuerza y ánimo para la nueva singladura.
Salud y abrazos.
Estos exilios pasajeros tan necesarios, estos viajes de ida y vuelta en los que nos buscamos tanto que nos perdemos. Y luego volver, de nuevo aquí, otra vez en el lugar donde se cruzan todos los destinos, de nuevo en esta ciudad que nos odia y nos quiere al mismo tiempo.
Sé que el otro día fue memorable, espero que se repita algún día de estos para ser y estar allí.
El poema es precioso. Abrazos.
Me gustan los nuevos aires que encuentro... El poema, ya conocido, me sigue encantando...
La fuerza de la palabra escrita, la libertad de expresar y convertir imaginación en sentimientos.
Transmites tanto y tan bien que no se muy bien qué decirte, excepto que siempre es un placer pasearme por aquí.
Un beso enorme
Hay huidas necesarias, obligatorias, imperativas.
A día de hoy, y si no fuera por cobardía, huiría de todas mis palabras dadas.
bss, Ladrón
El camino para encontrarse a uno mismo nunca es una linea recta. Me alegra que vayas en la dirección correcta.
Un abrazo!
buscando siempre nuevos blogs te he encontrado
Bellas tus letras
De todos los poemas que tuve el placer de escucharte recitar aquel día, quizá éste fue uno de los que más me caló. Y digo calar porque las letras me empaparon el alma y no exagero. Supongo que yo sí que necesitaba huir pero jamás me dejaron hacerlo.
Un besote!
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