Tendrías
que haber visto cómo tomamos la plaza y por un instante, todo fue
posible. Hace un año nadie pensaba que este movimiento que nos
envuelve pudiese traer una primavera tan clara. Ni siquiera podíamos
soñar que nuestros hijos nos verían como vemos a nuestros padres:
luchadores de otro mundo posible.
Te
eché de menos a mi lado, aunque siempre supe que estabas cerca.
Quizá más cerca que otras veces, porque compartíamos ideas y
sueños. Siempre me acuerdo de ti en las manifestaciones, gritándole
a la injusticia y combatiendo con palabras lo que ellos defienden con
violencia. En esos momentos siempre te veo como eres, grande a pesar
de tu tamaño, viva a pesar de los inviernos, y caminando a pesar de
las zancadillas.
Gracias
a ti aprendí a regalar claveles un catorce de abril y a recibir
libros por sorpresa, a desayunar café y conversaciones, e incluso a
bailar, aunque sólo lo haga contigo y a escondidas.
Por
eso, cuando me manifiesto, siempre lo hago con la esperanza de que
promulguen una ley para que regreses pronto a casa.
Cuídate
mucho,
Guille.
7 comentarios:
Así,
como una dulce primavera.
Un beso
(e intento volver)
Confío en que vuelva. En luchar por ella y protegerla para que no vuelva a marchar.
Y muchos estuvimos ahí, acordándonos de ella, echándola de menos. Y durante un rato fuimos una sola voz, un solo corazón, una sola persona.
¿Sabes que podrías hacer una pequeña novela solo con las cartas de "Querida libertad"?
No te quepa duda de que algún día, con leyes o sin ellas volverá pronto a casa y si no...iremos a por ella.
Un abrazo.
Mucho tiempo que no pasaba por acá y estas palabras me hicieron dar cuenta q relmnente valio la pena el retorno.
Un abrazo, amigo... Espero q sigamos en contacto
Nudito en la garganta.
Como sueles recomendar: cuídate :)
A ella se la extraña tanto en tantos lugares del mundo, tengo la esperanza que volverá en ese mundo nuevo que muchos queremos.
Un saludo grande Ladrón, preciosa poesía.
Dicen que la verdad nos hará libres....
La libertad es mucho más ambigua, se pierde entre palabras rebuscadas y promesas incumplidas y cada vez que alguien la promete amor eterno, se la hiere mortalmente.
Nadie es más libre por gritar más alto.
La libertad hay que encontrarla en los ojos agradecidos del niño que se moría de hambre hasta que compartiste tu trozo de libertad con él.
Un besazo y me ha encantado.
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