Estallaban las revueltas
como si el mundo acabase mañana,
y el juicio final se titulase:
¡Qué clase de hombre es aquel que no mejora el mundo!
Tu llevabas ese abrigo corto y fino,
como si el frío sólo fuese
un instante entre el adiós y el beso.
El segundo más leve de tus manos.
Me decías que vivíamos,
los mejores días para amar,
para soñar utopías y vivir revoluciones,
para sentir aunque sólo fuese un instante, la Libertad.
Yo te abrazaba y brindaba tus palabras,
sintiéndome el tipo como más suerte del mundo.
Ese que, en aquellas pelis de Hollywood,
encendía un cigarro y miraba de soslayo,
y decía dos palabras ahogadas y sinceras
y miraba al suelo buscando
alguna respuesta que se hubiese perdido.
Tu callabas y mirabas el mundo.
Sonreías en silencio y dejabas la copa,
Quizá después de todo, el mundo
acabase esta noche en tu cama,
y ese largo beso fuese sólo
el preámbulo de una revolución
que comenzaba y acaba en tu cuerpo.
8 comentarios:
esa era yo !
si, eso fue ! tal cual asi :)
Utopías y revoluciones se encuentran, se dan la mano y se prometen vida, cuando las precede un beso.
Una sonrisa
"como si el frío sólo fuese
un instante entre el adiós y el beso."
delicioso
gracias!!! perdón por no decir algo más a menudo...pero estoy ahí, leyendo, en silencio, emocionada
Buena y bonita manera de mezclar dos sentimientos tan fuertes como el amor y la revolución(que empieza por ser interna)
Lastima que sea utopía que el amor de dos salve al mundo.
un abrazo...
Viva la Revolucion que consigue, aunque sea por momentos, la paz en el corazon...
Miles de Besos!!
Doy fe de que el amor de dos salva el mundo. Para cuando me vengo abajo recuerdo que hay dos unidos en la forma más bella que nunca he visto ni imaginado. Los veo día a día. Y son reales.
Creo en la poesía capaz de hacerme suspirar, como esta Ladrón, es preciosa, te felicito.
Te dejo un beso y es tal cual lo que me dices de los perros ellos saben como gobernarnos.
He andado algo perdida, no sé si era la falta de tiempo, o el tiempo que necesité para mi. Tus poemas me enfrentan demasiado a mis propios recuerdos (que le vamos a escribir si los humanos nos identificamos con los sentimientos ajenos y al final pasamos por cosas parecidas). Una vez yo también estuve ahí. Como todos los que hemos (o las que... qué pasa con los chicos?) escrito...
Para reconstruir el mundo hay que mirar a la cara al pasado. Gracias por seguir poniendo tus piedras y granitos de arena, tu poesía.
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