Quizá, volvamos a cruzarnos…

Hoy te he vuelto a ver,
he sabido que eras tú por tus andares,
tú vaga forma de dejar tus pasos en la acera,
tú “sin prisa” por la calle,
el semáforo que espera a que pases.

He recordado fugaz los mismos pasos
por distintas calles,
la misma vaga forma
“sin prisa” por la calle.

He recordado algún que otro chiste malo,
alguna cerveza en vez de algún trabajo.

No he podido saludarte
y me pregunto
si algo habrá cambiado,
si todo lo vivido forma parte sólo del pasado,
o por el contrario te definió
en tu futuro esperado.

Dicen que los golpes
cambian más que los abrazos,
pero somos vino añejo acostumbrado,
a fin de cuentas somos castellanos.

Me pregunto si tendrás
a alguien esperando,
o si esperarás a que alguien
salga del trabajo,

Me acuerdo como soñabas con acariciar un pelo enredado,
hacerla feliz, ser caballero vasallo.

¿Donde nos ha llevado este mundo devastado?
Se antoja caprichoso,
con destinos alejados
¿Dónde perdimos contacto?
cuando juramos enviar un emisario
con las nuevas.

Cada año,
escribía una carta,
y la quemaba por no saber destinatario.

Pero hoy vi tus pasos.
Ojala me hubiesen dicho algo.
Ojala no fuese su aroma tan vago.
Ojala no fuese tú “sin prisa” tan rápido.

Quizá, volvamos a cruzarnos.