Madrid, a 27 de mayo de 2012




Pequeña Libertad,

Tendrías que haber visto cómo tomamos la plaza y por un instante, todo fue posible. Hace un año nadie pensaba que este movimiento que nos envuelve pudiese traer una primavera tan clara. Ni siquiera podíamos soñar que nuestros hijos nos verían como vemos a nuestros padres: luchadores de otro mundo posible.

Te eché de menos a mi lado, aunque siempre supe que estabas cerca. Quizá más cerca que otras veces, porque compartíamos ideas y sueños. Siempre me acuerdo de ti en las manifestaciones, gritándole a la injusticia y combatiendo con palabras lo que ellos defienden con violencia. En esos momentos siempre te veo como eres, grande a pesar de tu tamaño, viva a pesar de los inviernos, y caminando a pesar de las zancadillas.

Gracias a ti aprendí a regalar claveles un catorce de abril y a recibir libros por sorpresa, a desayunar café y conversaciones, e incluso a bailar, aunque sólo lo haga contigo y a escondidas.
Por eso, cuando me manifiesto, siempre lo hago con la esperanza de que promulguen una ley para que regreses pronto a casa.

Cuídate mucho,

Guille.

Finales


Me pregunto cuantas noches pasaremos en silencio
mientras los reproches nos parten las costillas,
hasta que de una puta vez decidas irte.

Si te irás en silencio sin decir palabra,
o destrozaremos a pedradas los recuerdos.
Y vendremos a decir que éramos otros,

como si no fuésemos los mismos que nos buscábamos
en noches de frío y ginebra.
En sitios que nunca fueron santuarios.

También me pregunto que haré yo cuando te marches
y suba la factura de la luz y en sombras,
decida que fue un error no pedirte que regreses.

Quizá me abone a soledades que se esconden del rescate
con que sueñan las historias que pudieron ser la nuestra y sin embargo
pasó de largo como siempre.

Sé que sólo me queda preguntarme si volverás algún día,
si yo seré capaz de callar menos y sonreír más.
Quién sabe, quizás valga la pena.

Tres versos: Ecos


#7

Muchas noches me levanto
entre los ecos de tus antiguas caricias.
Recordando, quizá soñando,
que una vez fui simplemente feliz.


#8

A decir verdad te he buscado a hurtadillas,
en las líneas de metro que cruzan tu calle,
en un par de canciones,
incluso en aquel libro que olvidaste en mi mesilla.


#11

A la mañana siguiente sólo quedaba olor a tabaco
y a fracaso en la ropa. Dos almas
cansadas y rotas. El sabor de tu piel mis labios
¿Ese era el amor que me prometías anoche?

#15M

"Alzando manos"

Abandonamos las calles heladas de Madrid
mientras los recortes nos quitan la esperanza.
Empieza la primavera, y ya no escuchamos a falsos profetas
que se agarran al poder con sus mentiras.

Todo empieza en los espejos, en las voces que nos llaman,
en los rayos de sol que calientan el futuro y nos dan alas.
Desafiamos al sistema que nos aparta y nos condena,
a ser una pieza más de su teatro de marionetas.

Nos temen porque saben de nuestra fuerza y que mañana,
cuando busquen su poder sólo encontrarán nuestra mirada,
devolviendo el miedo que inspiró nuestro milagro.
Ya no hay otro sonido que los pasos que nos unen en la plaza.

Ahora la calle se llena del calor de la gente,
vistiendo nuevas revoluciones nacidas de un sueño.
Nos quitamos la máscara despacio y descubrimos,
que ya no somos esclavos, y que estamos vivos.

*Fotografía "Alzando manos" de Mar Argüello Arbe

Mi primera novela con blog incluido

Hoy comienza a escribirse mi primera novela, que llevará por título "Los últimos días de noviembre". Es una novela basada en personajes y reflexiones, donde el ritmo lo ponen los recuerdos y las dificultades de cada personaje.

Es un proyecto bonito, sobre todo porque antes de escribirlo ya me he enamorado de la mayoría de sus personajes. Llevo casi dos años pensando en escribir en serio una novela. Hasta hace poco, el sueño se limitaba a folios escritos sin demasiado trabajo. Me gustaban, lo reconozco, pero les falta siempre el toque de esfuerzo necesario.

Como incentivo he creado un blog en el que iré dejando apuntes, dudas, fragmentos y opiniones sobre cómo va creándose esta novela. El enlace, es el siguiente: Los últimos días de noviembre (http://enbuscadepiedras.blogspot.com.es/).

Sed,
como siempre,
bienvenidos.                                                     

Ladron de Guevara

Madrid, a 3 de mayo de 2012


Pequeña Libertad,

Se que apenas han pasado unos días desde que nos despedimos en otro de los miles de aeropuertos que te han visto partir. Sé que no es justo que te escriba una carta tan pronto, pero también sé que nunca he encontrado otra manera de mantenerte en casa.

Quería decirte que estas vacaciones juntos han sido las mejores en mucho tiempo. Me quedo con las largas conversaciones en la arena de la playa, a pesar del viento y de la lluvia, de las palabras que me dijiste la última noche antes de acostarnos: “En un mundo diferente, tu y yo seríamos dos jóvenes que amanecerían el uno al lado del otro”. Puede que, a pesar de este mundo, no fuese mal final para nosotros.

También me alegro de que estos días te hayan cargado de energía y relajado, y que me hayas hecho la promesa de regresar pronto, y contarme aquello que me dijiste que no me contarías hasta que volviésemos a vernos. Tengo la sensación de que volveré a verte pronto.

Cuídate mucho,

Guille.