Madrid, a 21 de mayo de 2013 / Buenos Aires, a 11 de Junio de 2013

Debido a la publicación de mi primera novela "Los últimos días de noviembre", presentada en Madrid el 6 de Junio, no pude dejar escrita una de las cartas que le envió Guille a Libertad. Por eso, os dejo como regalo dos cartas.

Gracias por seguir aquí.

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Pequeña Libertad,


Gracias por las fotos, y por contestar. Ayer encontré una carta que te había escrito cuando aún no podía llamar al timbre de tu casa. No pienso enseñártela, pero sólo te diré que por aquel entonces ya quería compartir contigo todas las horas del día. En ella te preguntaba: ¿Que te gustaría ser si no fueses tú? A lo mejor te apetece responderme a esta pregunta.


Voy a volver a vivir con mis padres. Me han echado del trabajo, y poco a poco el capitalismo pretende echarme de la vida. Espero que la primavera nos devuelva las revoluciones que nos hicieron crecer, que la gente salga a la calle y desarme este sistema. Y tú y yo podamos bailar toda la noche tangos que hablen de mañana, y no de derrotas. Y no te olvides de mandarme una postal de San Telmo, a ser posible con tu sonrisa en ella.




Cuídate mucho,


Guille.




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Querido Guille,

Odio volver a escribirte, pero siempre que llega tu carta echo de menos tus bromas y tu risa. No sé explicarlo, pero me gustaría estar allí para curarte, sin renunciar a esa parte de mi que necesita salir corriendo. No trates de entenderlo, sólo prometeme que no dejarás de escribirme nunca.

¿Qué me gustaría ser si no fuese yo? Supongo que me gustaría ser alguién seguro de si mismo, que aprendiese de los errores y mirase siempre adelante, que no tuviese miedo a romperme en cada golpe. Me encantaría ser feliz a tu lado sin necesitar más, pero a pesar de lo mucho que te quiero, hay cosas que necesito hacer.

He conocido a alguien aquí, se llama Soledad. Ella me ha dicho que los mejores amores son los que se descubren mientras buscas otra cosa. Me gustaría que la conocieras, seguro que te caería muy bien, ya que es tan romántica e ingenua como tú. Mi dulce Guille, sin tí, sólo sería otra historia a medias.


Sonríe,

Libertad.

Ectoplasmas pasajeros


Quizá quería decir que en realidad no me quería,
pero para mi era más fácil inventar una mentira y decir,
por ejemplo, que se trataba de un amor platónico,
y que ella era demasiado tímida.

Fue la primera vez que cree una vida con recortes de periódicos,
y confieso que me sentó genial saber que en realidad no me importaba si me quería,
mientras pudiera inventarme una cita y soñar con ella en la ducha.
Es fácil, una relación funciona mejor cuando sólo uno de los dos existe.

Os los explico, se trataba de una chica totalmente inventada,
eso sí, sacada de las mejores revistas de moda,
Pretendía llevarla a París y al Mercadona,
para hacer más real la cosa y no sólo limitarme a veladas románticas.

Así que me senté en aquel avión dispuesto a secuestrar a un cantautor,
y pedirle, por supuesto, una canción para aquel ectoplasma al que llamaba amor.
Pero ocurrió que apareció mi ectoplasma dispuesto a quererme,
y la verdad, quizá prefería quererla en la distancia,
que despertarme acurrucado porque ella ocupaba la más de la mitad de la cama.


*Cuando siete personas se juntan, y deciden que la vida es demasiado valiosa como para tomarla en serio, salen cosas como éstas. Aquí os dejo a otros artístas que me precedieron en el mundo paranormal: Hoy no te acostarás sin..., El Mundo de Vértigo y No hay Norte... ¡Quedan tres!

Tres versos: Explicación


#27
Podríamos hablar de tus miedos y las lágrimas,
de las tardes de lluvia y tus silencios.
O, si no estás muy ocupada,
de la forma en que me dejaste sin explicación.



 #46
Entre las lineas de tu despedida volví a encontrar de nuevo,
todos los motivos que me llevaron a tus labios.



#65
Nunca logré entenderte, así que decidí escribirte dos poemas,
uno por si te marchabas por la noche
y otro por si te quedabas para siempre.