Gracias por seguir aquí.
************
Pequeña
Libertad,
Gracias por las fotos, y por contestar. Ayer encontré una carta que te había escrito cuando aún no podía llamar al timbre de tu casa. No pienso enseñártela, pero sólo te diré que por aquel entonces ya quería compartir contigo todas las horas del día. En ella te preguntaba: ¿Que te gustaría ser si no fueses tú? A lo mejor te apetece responderme a esta pregunta.
Voy a volver a vivir con mis padres. Me han echado del trabajo, y poco a poco el capitalismo pretende echarme de la vida. Espero que la primavera nos devuelva las revoluciones que nos hicieron crecer, que la gente salga a la calle y desarme este sistema. Y tú y yo podamos bailar toda la noche tangos que hablen de mañana, y no de derrotas. Y no te olvides de mandarme una postal de San Telmo, a ser posible con tu sonrisa en ella.
Cuídate mucho,
Guille.
************
Querido Guille,
Odio volver a
escribirte, pero siempre que llega tu carta echo de menos tus bromas
y tu risa. No sé explicarlo, pero me gustaría estar allí para
curarte, sin renunciar a esa parte de mi que necesita salir
corriendo. No trates de entenderlo, sólo prometeme que no dejarás
de escribirme nunca.
¿Qué me gustaría
ser si no fuese yo? Supongo que me gustaría ser alguién seguro de
si mismo, que aprendiese de los errores y mirase siempre adelante,
que no tuviese miedo a romperme en cada golpe. Me encantaría ser
feliz a tu lado sin necesitar más, pero a pesar de lo mucho que te
quiero, hay cosas que necesito hacer.
He conocido a
alguien aquí, se llama Soledad. Ella me ha dicho que los mejores
amores son los que se descubren mientras buscas otra cosa. Me
gustaría que la conocieras, seguro que te caería muy bien, ya que
es tan romántica e ingenua como tú. Mi dulce Guille, sin tí, sólo
sería otra historia a medias.
Sonríe,
Libertad.