Valladolid a 27 de diciembre de 2010

Pequeña Libertad,

Ahora que acaba el año y nos deja miles de heridas, de fracasos y miedos, no
puede ya robarnos más lágrimas, y ni siquiera las tibias sonrisas que alguna vez esbozamos logran sacarnos de este letargo oscuro. Dicen que ha sido el año de la crisis en el mercado de valores. Eso, si valor puede tener ese mercado que ha desgarrado a tantas familias, dejando temblando los sueños de tantas personas, sumiéndonos en una realidad paralela plagada de inseguridades. En realidad, la crisis ha venido en los sentimientos y el amor. En todas las promesas que nunca se han hecho o nunca se han cumplido.

En las relaciones que se han perdido, que han dejado en el naufragio tantas botellas de ron. Y aún hoy, sigue llorando el cielo y nosotros por dentro. No lo hemos comprendido, y damos vueltas a una idea que nunca llega a buen puerto. Vivimos días de soles fríos, tan fríos que no los calienta ni ese ron que cae en nuestra manos, ni los abrazos de manos amigas. Por más necesarios que estos sean. Acaba este calvario y en mi cuerpo se quedan las cicatrices que ya no puedo borrar.

Quería hacer un anuario de las muchas cosas que han desaparecido este año y que no he visto morir a tu lado. Dicen que las seis primeras uvas son para pensar en lo que dejas atrás, mientras que las seis siguientes pertenecen a los buenos propósitos y los buenos deseos. Pero este año, que de largo ha sido el peor año de mi vida, me reservo once uvas para despedirlo, y sólo una con el mejor de los deseos,

que llegue el 2011 y vuelva a verte pronto.

Cuídate mucho,

Guille.

Anuario



Ahora que acaba el año y nos deja miles de heridas, de fracasos y miedos. No puede ya robarnos más lágrimas, y ni siquiera las tibias sonrisas que alguna vez esbozamos logran sacarnos de este letargo oscuro. Dicen que ha sido el año de la crisis en el mercado de valores. Eso, si valor puede tener ese mercado que ha desgarrado a tantas familias, dejando temblando los sueños de tantas personas, sumiéndonos en una realidad paralela plagada de inseguridades. En realidad, la crisis ha venido en los sentimientos y el amor. En todas las promesas que nunca se han hecho o nunca se han cumplido.

En las relaciones que se han perdido, que han dejado en el naufragio tantas botellas de ron. Y aún hoy, sigue llorando el cielo y nosotros por dentro. No lo hemos comprendido, y damos vueltas a una idea que nunca llega a buen puerto. Vivimos días de soles fríos, tan fríos que no los calienta ni ese ron que cae en nuestra manos, ni los abrazos de manos amigas. Por más necesarios que estos sean. Acaba este calvario y en mi cuerpo se quedan las cicatrices que ya no puedo borrar.

Quería hacer un anuario de las muchas cosas que han desaparecido este año. Dicen que las seis primeras uvas son para pensar en lo que dejas atrás, mientras que las seis siguientes pertenecen a los buenos propósitos y los buenos deseos.

Pero este año, que de largo ha sido el peor año de mi vida, me reservo once uvas para despedirte, y sólo una con el mejor de los deseos:

QUE LLEGUE EL 2011 (si es que trae algún cambio)

Nunca fue el Edén


Respiraban el humo de días extraños,

de fronteras militarizadas y futuros enrejados.

La desidia que pesaba en los bolsillos vacíos.

En las ruinas de una historia

que nunca dejaron que fuera suya.


Entonaban en silencio plegarias y oraciones

caídas en un pozo de amnesia y olvido.

Buscando quizá el eco de un dios

sordo y ajeno al mundo.


Hicieron un hatillo de esperanzas y ropas raídas

dejando en el puerto el pasado y el miedo.

Buscando consuelo en aquel sol lejano

que calienta el cuerpo pero enfría el alma.


No eran los únicos que conocían el hambre,

pero podían recitar de memoria las mil y una heridas

que deja al pasar de largo la vida



No se conocían de nada y sin embargo,

el rodeó el cuerpo de ella con su brazo,

Como si con ese gesto alejase

todos los fantasmas de otras vidas.


Y la protegiese de la desdicha y la pena,

de ostentar otra medalla de fracasos

que esperaba en aquella playa sin castillos de arena

con un tricornio y una manta bajo el brazo.

Anatomía del fracaso










Daba por hecho tantas cosas,

que me olvide de admirar tu sonrisa,

y casi no miraba los ojos que eran

talismán y amuleto de mis días.


La forma en que me mirabas,

apartando cualquier duda de mi cuerpo.

Cuando el mundo era un lugar escondido,

entre la cena y el libro de cabecera.


Cuando contábamos con años por delante

y créditos ilimitados de besos y abrazos.

Antes de las hipotecas de tiempo limitado

y los saldos de sueños agotados


Di por hecho que sabías,

que todos mis besos llevaban tu nombre,

a pesar de guardarlos bajo llave y callarme

o de no darlos por si alguna vez te echase de menos.


Las noches de verano y los conciertos,

el olor de tu cuerpo en mi cuerpo.

Di por hechas tus caricias

antídoto de las soledades más frías.


Y ahora me encuentro tirando a la basura,

las promesas que siempre di por hechas,

las cosas en definitiva, que tu no sabías.


Y ahora, que te vas preguntándome si te quería,

me doy cuenta de que di por hecho

que no te irías.


Fotografía: "Dando imagen a tus poemas" de Mar Argüello Arbe

Tiempos de soles fríos (Prosa)

Atravesamos tiempos duros, en los que escribir resulta doloroso y nuestras almas -si alguna vez existió tal cosa- duelen como puñales de lágrimas que alguna vez derramaron quien aprendió a no llorar.

Atravesamos tiempos en los que pedir perdón, decir te quiero, o sonreír son artículos de lujo y no necesidades básicas. Hace tiempo que desde el mar no se ven las estrellas, y ningún camino lleva a Roma, si es que alguna vez decidimos ir allí por algún motivo.

Perdemos. Siempre lo hacemos, y la mayoría de las veces de forma estrepitosa, como si quisiéramos demostrarnos que el mundo se desmorona y asistimos impasible a cada entierro de los días que nunca fueron nuestros.

Sin embargo, a pesar de la derrota cercana, las lejanas, y las que vendrán, seguimos en pie, brindando con vino al amor y a la locura de camas tan revueltas como vividas.

Tantas sonrisas entre las sábanas.

Por suerte o por desgracia, los que escribimos llevamos impresa la derrota en nuestras letras, y un punto de amargura a cada paso.

Pero siempre, de un modo incompresible que roza la magia, nos levantamos, escribimos de nuevo, sonreímos, tomamos ese café que levanta el ánimo perezoso de luchar de nuevo por un futuro incierto -todos los futuros lo son- que se nos presenta en los charcos más sucios. Pero incluso el agua de estos charcos, alguna vez, formó parte de un océano.

Para Libertad (de Guille)



Es muy inteligente y crítica, aunque ella misma no se da
cuenta y piensa que, de un modo u otro, todos podrían hacerlo (cuanto error). Lo hace todo con tranquilidad, "a su ritmo". Ama la simpleza. La simpleza de las cosas y de la gente, a pesar de que siempre se coma la cabeza con cuestiones que nada tienen de simple. Ella, asegura, es simple (aunque de "simple" no tiene nada).

Algunas veces hace reflexionar con sus pensamientos y dichos, haciéndo que de una comedura de cabeza aparezca una sonrisa tibia y una solución que estaba oculta. Será por eso que conoce tan bien a la gente, y sabe como tratar y como dar en el clavo.


Representa a las utopías de la época. Las de su propio planeta, su propio mundo. Un mundo simple.



Te debemos mucho, y pocos somos los que te conocemos bien. Quizá Guille, Jack Sparrow (Capitán Jack Sparrow), La Princesa amnesia, Pepito Grillo y yo.

No dejarás nunca de crecer, de sorprender, de enseñarnos.

Como iba yo a pensar, cuando la conocí, que esa cosa tan pequeña iba a ser lo mejor que me había pasado nunca.




Pregunta y respuesta



Preguntas como amar

mientras el cielo se carga de nubes negras.

Mientras los futuros se convierte,

en olvidadas utopías y anacronismos.


La ciudad parece, me cuentas,

un espectro difuso y cansado.

Hojas de árbol caídas en el suelo,

en rutinas demasiado amargas.


Serán los años, me dices,

que entristecen tus alas.

O esta lluvia ácida y cínica en la que nos refugiamos,

de sentimientos encontrados

de cicatrices y arañazos mal cuidados.


Será que ya no me besas como antes

y que ya no somos dos personajes

en aquellas historias de amor de Hollywood.


Respondo que el mundo sangra,

que se barnizan los sentimientos.

Y se tiñen los días de negro.


Que me duele cada verso que escribo

entre sorbos de un ron demasiado añejo.

Y ya no sonrío cuando sueño.

Puede que haga demasiado que no sueño.


Serán los años que entristecen mis alas,

o esta lluvia ácida y cínica que nos quema.

Será que busco salvarte,

de cicatrices y arañazos mal cuidados.


Será que necesito tus besos mas que antes.

Que tu mano me salva de naufragar en quimeras

y que ya no somos -gracias a dios- dos personajes

en aquellas historias de amor de Hollywood.

Regreso

Llego al lugar del que nunca me fui y contemplo que el sol es más lejano y más frío. Que las sonrisas duelen en el alma. Que no hay alma ni cielo. Que el olvido y el recuerdo son el mismo clavo que siempre arde.

Llego al lugar donde las palabras se atragantan y los ojos se cierran. Donde las verdades son manipuladas y las mentiras se aplauden en mítines siniestros.

Al lugar donde te amé y te eché de menos. Donde dudé y entregué mi vida en cada uno de los besos que te daba.

El lugar donde arrié todas las banderas y capitulé las esperanzas. Donde los sueños se pagan y se apagan. Donde no sirve de nada reír, pues el eco sordo de los llantos nos desgarra.

Regreso a un lugar cualquiera, a todos los lugares, y descubro que nunca me fui y que siempre he estado ausente,


Quizá por eso el sol es hoy más frío y la niebla difumina tu rostro, que siempre estuvo y estará, tan triste como hermoso.

Campo Gravitatorio

Acabamos otra noche más,
buscándonos como los únicos animales
que perdieron el norte,
mientras nuestro mundo se tambalea.

Mientras se olvidan las preguntas
y no hallamos respuestas.
Donde nos llevaran estos sueños
que nunca nos guiaron. Estas ruinas
arruinadas por los engaños.

Pesimistas para enamorarnos.
Torpes para llamarnos.
Lejos de creer que el mundo se salva

acabamos preguntándonos a oscuras,
mientras Bagdad arde
y tu sonrisa se apaga

si merece la pena rendir las banderas
de nuestra revolución
a los pies de la cama
en la que ahora nos besamos a oscuras.

Si existe una mínima oportunidad,
por pequeña que sea,
de volver a verte después de madrugar.

Antes de que Octubre nos atrape

Pondré a salvo las maletas de las hojas de otoño.
De las heridas que a su paso va dejando este año.
Sellaré con maderas y clavos el corazón
pues en estos tiempos se agrieta demasiado.

Te pediré que me acompañes
antes de que la ciudad nos ahogue.
Nos pesen los años y sintamos que nos desmoronamos,
como el mundo que agoniza en nuestros brazos.

Podríamos viajar a la Argentina,
perdernos en las tabernas de Dublín,
volver a visitar a hombres con faldas y camisas,
tocando para salvar el alma que se apaga lentamente.

O quizá helarnos en Praga y ver París cuando anochece,
Y regresar a casa antes de que se queme la cena,
de que la rutina nos atrape sin remedio.
Y olvidemos sin querer lo que es querernos.

Por eso el tiempo nos apremia,
y te pido que no invadan tu cabeza las dudas,
aunque el mundo esté plagado de inseguridades y ruinas.
Y cada historia de amor eterno se extinga.

Porque deseo escapar contigo en este año
en que los incidentes se multiplican.
Y envolverte en mantas y caricias.
Antes de que Octubre nos atrape

Las cosas que no hicimos

Debería llamarte al móvil y preguntarte,
qué tal ese trabajo que consume tus días.
O ese tipejo con el que me han dicho que andas,
si eres feliz o sobrevives.

Debería pedirte que escribas de vez en cuando,
contándome si te acuerdas de aquellas noches de invierno,
de los portales que nos cobijaron
cuando aún creíamos en lo eterno.

O quizá sea menos locura romper
el marco que te ata a mis recuerdos.
O ahogar en ron los sueños en que tu cuerpo me desvela
y el aroma que dejaste se convierte en veneno.

No se si cabe en estos versos, decirte que
a pesar de aquellos gritos,
todavía recuerdo el susurro de tus palabras en mi espalda
y tus dedos como la primera vez que rozaron mi cuerpo.

Sin embargo, parece que no te escribiré.
Puede que necesite quedarme con tu recuerdo
en vez de malgastar los días preguntándome
si hubiese cambiado algo al despedirnos,

no sé, quizá un último beso.

Expertos de la mentira

Dicen los expertos en economía que la crisis

nos hará fuertes como sociedad, siempre y cuando

el hambre y el paro aprieten pero no ahoguen,

y vendamos nuestros ideales al peor de los postores.


Dicen los expertos en política que en estos tiempos

debemos mantener nuestras ideas y nuestro voto.

No por ese orden, y preferiblemente, dejemos nuestras ideas

aparcadas hasta que cambie el viento que sopla demasiado contrario a sus intereses.


Dicen los expertos sindicalistas que ahora es tiempo

de huelgas generales y revoluciones.

Antes, bueno, había dinero para pagar nuestro silencio

y ahora, como nadie trabaja,

la huelga general no se notará en sus bolsillos.


Dicen los expertos en seguridad, que los inmigrantes

son peligro potencial para el desarrollo de la patria.

Pregúntense si, en aquellos tiempos de gallegos y analfabetos hablando alemán,

era la emigración un peligro o una necesidad.


Dicen los telediarios que ha subido la delincuencia y los malos tratos,

sin cotarnos que, después de tres programas del corazón y con otros cuatro en el horizonte,

hay que meter algo que se asemeje a la realidad.

Pero no hablemos de hambre, de pobreza y de guerras preventivas,

que acecha la época de elecciones y quedará muy mal en los presupuestos para manpulaciones.


Y ahora, que digan los expertos, cuando todo lo que sus mentes dieron de si falló,

como vamos a salir de un sistema económico que agoniza, de la estupidez humana

y la masacre electoralista, de la desinformación útil

y de las constantes ganas de quemar la oficina cuando,

después de doce horas de trabajo diario, con un sueldo que paga las facturas y una comida diaria,

te dicen "No vuelva usted mañana".

De huelgas y soluciones

No voy a hacer huelga. No me gusta el hecho de parar un día, manifestarme sobre como va la situación, quejarme de que todo va mal y que nadie, repito NADIE, tiene la solución.
Los sindicatos parecen haber salido del letargo en el que se encontraban, demasiado dinero había en sus bolsillos como para levantarse del sofá, mientras el mundo languidecía entre número rojos y modelos económicos que ya no sirven, si es que alguna vez sirvieron.
Los sindicatos quieren ahora hablarnos de responsabilidad con el país, de nuestro derecho y obligación a manifestarnos cuando las cosas son insostenibles, sin reparar ni un solo momento en que para muchos resultaban insostenibles tiempo atrás, cuando los sindicatos firmaban acuerdos de una reforma laboral que nunca fue reforma.
Ahora nos piden unos que paralicemos el país, y otros, los políticos ajenos a la realidad, que tiremos para adelante y que trabajemos, sin especificar concretamente en que y con que condiciones. Y en medio, una gran masa indignada que no hace nada.
Hay quien puede pensar que no manifestarse es precisamente eso, no hacer nada. Pero yo me debo a lo que pienso y creo coherente. El sistema económico, laboral, político y social está en decadencia, y los sindicatos se han convertido en marionetas de los tiempos de bonanza, perezosos de emprender cualquier acción que perjudique al gobierno.
Pero los tiempos que soplan no son para rendirse, sino para luchar, quizá de otra manera a la planteada para esta próxima huelga general. Quizá, y probablemente, en otra dirección aún no revelada.

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Os dejo el enlace a un gran artículo publicado en El País, el día 26/09/2010 , escrito por Alain Touraine, sociólogo francés, titulado "La crisis dentro de la crisis", aclaratorio sobre la situación que vivimos hoy día.

Una generación en la mochila

Te vas, y contigo desaparecen los ideales que un día se pudieron soñar. Llevaste por bandera la verdad más hiriente, la lucha en cada canción, poema, discurso o sonrisa. Que de ninguna faltaron en tu vida.


Que eras especial y uno de los pocos que quedaban luchando en la trinchera lo sabíamos unos pocos, aquellos que te veíamos como los que eras, un político comprometido, un hombre del pueblo y uno más de los muchos que anónimos -aunque tu nombre siempre será recordado- que vivieron con la lucha diaria de la ignorancia y el pacto de silencio que parece reinar en esta triste y envidiosa España.

Habrá quien tache tu lucha de anacrónica, quien piense que contigo mueren los motivos, los ideales, y sobre todo se disuelve el ejército de los que luchan por un mundo mejor. Otro mundo es posible.

Lamento no haberte conocido, haber compartido en tus libros todo el conocimiento que tenías para dar, y que sin duda dejaste como legado para una lucha siempre necesaria, y que algún día dará sus frutos.

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Os dejo el enlace a la entrada publicada por Rodolfo Serrano, en un maravilloso artículo escrito para El País el 16/10/1999, titulado "El señor diputado actúa en Madrid" donde se reflaja la personalidad de "El Abuelo".

Cuando muera el mundo buscaré tus ojos

Es difícil mantenerse en pie mientras el mundo se desmorona despacio, sin prisa, doliendo cada vez más y sin poder remediarlo. Miro a mi alrededor y me pregunto cuando dejaremos de fingir que las cosas marchan bien, que Ítaca no es una utopía y que todos los caminos, irremediablemente, terminan por alejarnos de Roma.

Me siento vació y me pregunto, en silencio, si quedan otras formas de salvarme que no sean estas letras que desgarradas me reconfortan. Y tus labios, siempre calman mis heridas más profundas, siempre encuentro un motivo nuevo para poder agarrarme a los últimos restos del naufragio.

El mundo sigue su curso, y seguirá en el mismo lugar siempre, y sus habitantes se volverán más oscuros a medida que nos vayamos hundiendo. Y se construirán otras ruinas sobre las ruinas de las anteriores, y las tristezas dolerán como siempre dolieron, en los mismos lugares.

Y sangrarán las mismas heridas. Y nos preguntaremos si valió la pena curarlas, lucharlas como lo hicimos, con la certeza de salvarnos a medias, mientras el mundo se movía a otras velocidades y nosotros, cercanos a perderlo todo, nos mantenemos contra todo pronóstico.

Será por eso que, cuando muera el mundo buscaré tus ojos, y me recordaré los días en que fuimos felices y sonreiré mientras te beso, con paciencia.

Sin rogar a oscuras que no pasen las horas

Si por una noche pudiésemos volar
sin normas.
Sin aeropuertos desde los que partir
o en los que aterrizar.

Sin órdenes malentendidas o contradictorias,
ni cinturones que nos aten
cuando entre nuestro cuerpos
se aproximan turbulencias.

Sin billetes presellados ni arcos detectores
de fallos.
Sin prever el equipaje ni volar
más allá de destinos pequeños y soñados.

Sin necesidad de decir adiós antes de hora.
Sin aterrizajes forzosos que hagan
de los restos de este fuselaje
que nos envuelve en tu cama.

Algo tan nimio y tan enredado
que tengamos que buscar la caja negra
entre las ruinas de las sonrisas del pasado.

Si sólo una noche volases a mi lado...

Los Viejos Lienzos de Eva II + Frase + Novedades del Blog

1.-
La frase del mes (ese es el período que he decidido dejar cada frase expuesta) corre a cargo de Zhou Enlai, quien fue Primer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores de la Republica Popular China desde 1949 hasta su muerte en 1976, rodeado de una multitud agradecida por haber conseguido sacar a China de la más absoluta pobreza tras la guerra y reconvertir el país para la agricultura que hoy lo sustenta.

2.-
Por petición de Anacronista -y no por menos ganas mías- os dejo "Los Viejos Lienzas de Eva II", el segundo capítulo que escribí y en su día publiqué. Espero que, quien lo lea, lo disfrute.

3.-
A la derecha han aparecido unos dados. Sirven ara bucear por mi blog de manera que el azar te lleve a una entrada ya publicada diferente cada vez que pulses sobre ellos.
Gracias a Ane, cuyo blog -"musgo de estrellas"- es siempre una inspiración, un alto en el camino, y el bastón que a veces hace falta para no cojear, por esta novedad, y por todas y cada una de las conversaciones que me permineten seguir encontrando la verdad escondida.

Te debo una entrada, antes de que Octubre nos atrape, para honrarte, honrar tu blog, y brindar si es menester por lo que sea.

4.- Empezaré de nuevo, espero, a los Lunes en verso con nuevos poemas.

Otros finales

Me cuentas que ayer a otros amigos
se les acabó aquello que entre nosotros
parece eterno.

Y dudas, preguntándote si el amor no será
el espacio comprendido entre el primer beso
y el último abrazo.

La rutina inevitable de los días grises y tristes,
que amenazan hoy más lluvias que soles.
Será esta extraña epidemia,

o el mal año que llevamos,
que ahoga las ilusiones y nos condena
a otros finales.

No se consolarte y lloras por dentro.
Y yo me refugio en tu piel.
En las marcas de todas las estrellas
que un día bañaron tu cuerpo.

Me escondo del mundo y me hago pequeño.
me siento cansado de algo que no alcanzo a comprender.
De ver que el mundo se rompe alrededor
y nos quedamos solos.

Siento escalofríos cada vez que me cuestiono,
porque duran tan poco las promesas eternas.
Me siento triste y cansado,
y no parece que vaya a mejorar este año.

Empezar donde terminamos

Existe un viejo proverbio chino que reza así: “antes es de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa”. No se refiere a una casa en sentido físico, aunque a menudo en las paredes, muebles y libros que rodean nuestra atmósfera encontramos aquello que nos define. O lo que nos da miedo, o lo que no somos capaces de corregir en nuestras vidas.


Creo que a menudo somos poco capaces de cambiar algo en nuestra casa, en aquello que fue nuestra vida, y nos tambaleamos entre montañas de pertenencias que debieron desaparecer hace demasiado tiempo.

Yo, por ejemplo, creo que para empezar a cambiar, tenemos que ir al lugar donde terminamos de crecer.

En eso consiste desaprender


*Foto de Mar Argüello Arbe, titulada "Comienzo y final"

Un pequeño paso, a medias

En Cataluña, España, esta semana han aprobado la prohibición de las corridas de toros. No más sufrimientos en esa tierra mientras sus habitantes se jactan de una muerte cruel e ignominiosa.



Poco a poco conseguiremos que este país atrasado y cruel en determinadas prácticas animales sea por lo menos, un país de vive y deja vivir.

La pena, que tradiciones como el toro embolado no se ha prohibido. El parlamento catalán debe considerar que le animal sufre menos si reporta grandes beneficios.

Felicidades Mar... чуть-чуть

Sabes que no soy de felicitar sin más. Me resulta difícil señalar tu cumpleaños y no brindar como si fuese la mejor de las conquistas. Porque desde que te conozco siempre has sido una parte cada vez más grande de mi nombre. Mi definición, el futuro y presente de mi historia...

Esta, aunque como siempre torpe, es una manera de darte las gracias, y felicitarte por los años que te han llevado a ser como eres, la dulce joven que sonríe en el azul de sus ojos. Los ideales duros como rocas, La Libertad que Quino dibujó junto a Mafalda.

Para días como estos

A Mar, a tus 22, el mundo por delante.

Como agradecerte que seas,
la balsa que salva mis horas.
La niña que sonríe en mi boca

Aquella que brilla con esa luz que devuelve
la vida a mis sueños. La llama,
que no me abandona.

La eterna respuesta a preguntas
que siempre dejamos a medias.
La razón de mi suerte,

mi trébol de cuatro hojas.
Mi amuleto contra las rutinas
la oportunidad de quererte.

Buscar y encontrar tus consejos
Un lugar escondido
donde nunca esconderme.

Mi mapa para volver a casa,
los abrazos que me faltan.
El calor de tu piel moteada.

Las lágrimas de felicidad cuando te miro
sonreírme apoyada en la almohada.
Cuando tus dedos me desarman.

La canela y la nieve,
las constelaciones que encuentro en tu cuello.
Mi equilibrio, mi duende

mi cuento de hadas, de princesas.
La historia que termina bien cuando baja el telón
y olvidamos que el mundo se quema.

Huellas en la arena

Me cuentan que ya no sonríes
al oír mi nombre
Que te pesan demasiado las promesas rotas
y los sueños no alcanzados.

Que ya no me odias,
porque para eso tendrías que recordarme,
mirar viejas fotos y maldecirme en silencio.
Y duelen y abrasan todas las canciones que antes eran nuestras.

Algunos dicen que aún esconces
viejas lágrimas que me pertenecen
Que callas más y ríes menos desde la tarde
en que nos dimos por vencidos

No se porque motivo hoy abrace tu ausencia,
y sentí ese frío helado al pensar en ti.
Y lloré como un estúpido al buscar alguna prenda de ropa
que hubieras dejado en el armario

Algo más allá de todos los recuerdos
borrosos que me asedian,
del aire que lleva tu aroma
y el sabor que dejabas en mis labios.

Me acordé de las constelaciones que tus pecas dibujaban
en la piel que besaba como si fuesésemos eternos.

Te escribo esto, que se yo,
porque los días pesan como años,
Y hace mucho tiempo que nadie me da
la mitad de lo que tenía contigo.

Indefenso

Desayuno entre versos de Rodolfo.
Mientras me cuenta lo cerca que estamos
del abismo de los sueños.

Lo lejos que queda la paz en los telediarios,
fríos como las noches buscando tu mirada
en sombras proyectadas en el techo.

Este hastío que nos embarga la alegría
de aquellos días en que reír era una derecho.
Y tus sonrisas, el principio y fin de mi universo.

Hoy parece, por lo que cuentan,
que la vida cotiza a la baja en la bolsa.
Proliferan las mentiras y las falsas soluciones.

Llegar a casa es mirar un cementerio de sueños
y arrastrar los pies por el calvario
en que se convirtió nuestro futuro.

Parece que las horas son,
otro bien más hipotecado de por vida.
Y besarte en el sofá y desnudarte a escondidas,
una peripecia que se me antoja lejana.

Termino el desayuno y sólo lamento
que nada vaya a cambiar en muchos días.
Vengan tiempos oscuros sin quimeras
que alumbren los pasos ciegos en la arena.

Sin embargo, tú me miras detrás del periódico y pienso
que ya va siendo hora de cerrar el libro e intentar
salvarnos de este mundo que se quema.

Las tapas de tu cuaderno




La caprichosa y pálida dama ha decidido que el mundo no se merece a alguien como José Saramago. Simplemente, nunca estuvimos preparados, o teníamos miedo, y por eso tus palabras siempre fueron un paso por delante de nuestras inteniones, y a años luz de nuestros actos.

Hombre comprometido como pocos, con agallas suficientes para denunciar las injusticias que veías a tu alrededor o de pronunciarte sobre los conflictos políticos de este tiempo. El tuyo, el mío.

Tenías razón cuando afirmabas "Estamos todos hundidos en la mierda del mundo y no se puede ser optimista. El que es optimista, o es estúpido, o insensible, o millonario". Como siempre, quizá las crisis sean como la religión, la forma de aplastar las conciencias y las voces de los que sueñan ese mundo que soñaste, que ilusionaste.

Vuelves al campo que te vio nacer, a descansar de aquellos que nunca hicieron nada por cambiar las cosas. Y hoy, nosotros cerraremos para siempre las tapas de tu cuaderno.



José de Sousa Saramago nació en Azinhaga (Portugal) el 16 de noviembre de 1922 en el seno de una familia campesina

Sensaciones desencontradas

Sales a la calle por la mañana,
buscando qué se yo, una sonrisa que te salve
de las noches aciagas e imprudentes.
Del ron más amargo de la memoria.

Leyendo un viejo poema escrito
en los ojos de aquella chica menuda que te observa
desde aquel cristal indiferente del autobús

Sonríes a medias mientra sueñas
como sabrán los besos de sus labios.
Si lloró alguna vez de alegría,

si alguien le espera en la parada y le susurra
que el mundo está a salvo en sus caricias.
O si te mira simplemente distraída y sin mirarte

Suspiras y te resignas a esperar tiempos mejores.
Espada en mano y cuchillo entre los dientes,
con una certeza sutil de luchar a hostias con la vida
y sin dejar de mirar a los ojos a la muerte.

Quizá aquella mirada valió la pena,
después de todo.

La puta “fiesta” nacional

Lo consiguieron. Cuando creíamos que no podíamos ser un pueblo más cani y barriobajero, miembros del club del tocino en vena, hemos conseguido superarnos a los ojos de Europa y el mundo entero. Si de por sí, aquellos que defienden la tortura como forma de diversión y la matanza en el ruedo como fiesta, andaban escasos de razón a la hora de alegar que los Toros era una fiesta nacional con identidad propia, lo van a tener difícil para defender que las palizas a animales sean otra de las formas de cultura.

Hoy es uno de los muchos días en que odio ser español. En el que odio a los habitantes que se aferran al pasado sólo porque el presente se abre a todas las ideas, y no les permiten seguir en la cerrazón desde la que su diminuto cerebro y sus absurdos argumentos no parecen tan patéticos.

Como rezaba una frase en Internet: “Hoy vivo en un país que se asesinan toros en público, pero no me permiten ver películas online”.

Una vaquilla es maltratada hasta la muerte en Alhaurín el Grande

Tras esto llega una noticia algo esperanzadora, pues el el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, ha decidido prohibir la suelta de vaquillas, ya que según el regidor, el consistorio lleva desde hace "varios años" planteando la supresión alegando que "cuando las autoridades no pueden controlar un acto público, lo mejor es prohibirlo"

¿Tienen que pasar cosas de estas para que los ayuntamientos entren en razón?

El humo que fue nuestro pasado

“Quizá nunca lo sepamos”. Esa había sido
la frase que me dejó como regalo de despedida.
Como un galimatías sin respuesta,
un problema de matemáticas sin sumas ni restas.

Anclado en un pasado que se había ido,
en un presente que nunca tuvimos.
Ajenos al trayecto del tren que nos llevaba
a donde llevan los caminos que no van a Roma.

Al lugar donde nunca hallamos explicaciones,
donde lloramos sin saber porque o cómo.
O si fue culpa de alguien o simplemente sucedió,
como suceden las cosas que no tienen mucho sentido.

Como si Yukio viniera a explicarnos su motivo.
Como si a la pregunta ¿nos quisimos?
sólo le siguieran dos puntos suspensivos.

Ese es el motivo por el cual sigo perdido,
en el mismo jardín baldío y olvidado.
Por lo que no paseo, hablo menos y no comprendo
tantos motivos que antes hubiese comprendido.

¿Nos quisimos? ¿Ganamos? ¿Perdimos?
Alguna vez volveremos a mirarnos
como tantas veces hicimos sin pensarlo.

Si volveremos, una noche de borrachera a buscarnos
como si fuésemos el único arma contra no estar solos,
contra dejar pasar el tiempo. Contra la falta de tiempo.

Quizá nunca lo sepamos

Aquello que perdimos

No son buenos versos, pero la inspiración últimamente me da la espalda.



Las noches de cine
Los paseos infinitos entre portal y portal.
Amarrarme a tu pelo en la cama.

Recorrer tu espalda.
El sabor incansable de tu cuerpo.
El fuego de tus labios.

El aroma a primavera de tus besos.
El saberte tan cerca que no te suelto,
y te sueño y te beso, como si fuéramos eternos

Las llamadas a media tarde.
La incertidumbre del domingo al despertar,
y encontrarte al otro lado de la almohada.

Las copas y las caricias de más.
Los secretos confesados.
Los abrazos de menos.

Nosotros. Los portazos y enfados.
Las reconciliaciones.
Los silencios cómodos…

A veces pienso que perdimos
justo un segundo antes de ganar.
Quedando recuerdos vacíos.
El consuelo en las noches en que te echo de menos.

23 de Abril: Día de los Comuneros de Castilla

1520, En España. Por aquel entonces estaba dividida en dos grandes reinos, Castilla y Aragón. La hija de ambos reyes, Juana I de Castilla, había sido declarada loca, a pesar de que fue una gobernante leal al pueblo. La historia dice que fue el amor por su marido lo que la llevó a la locura. Sin duda una mujer adelantada a su tiempo.

En 1520 comenzó a gobernar su hijo criado fuera de nuestra tierra y desconocedor absoluto de nuestras costumbres. Nunca llegó a ser rey de Castilla, si bien fue proclamado emperador bajo el nombre de Carlos V de Alemania.

Fue en este año cuando, los caballeros más nobles de Castilla, ciudades como Toledo, Segovia, Salamanca, Madrid, Burgos, Zamora, Valladolid, y otras tantas, se levantaron contra el poder del indigno Rey, quien quería esquimar a Castilla para poder ser nombrado emperador.

Comenzó la mayor revuelta de la península ibérica. El pueblo contra la nobleza y la monarquía, el primer germén de un estado democrático y republicano, con los valores "de lo que es del pueblo, es para el pueblo".

Un año después, fuimos vencidos y ajusticiado en Villalar, capital del día de la comunidad, y con ello se borró durante mucho tiempo el rastro de la hazaña de hombres como Juan Bravo, Juan de Padilla y su mujer María Pacheco, Antoni Maldonado, El Obispo Antonio de Acuña... Tristemente las crónicas han condenado al olvido durante muchos años esta hazaña, incluso hoy en día ni siquiera sale en los periódicos nacionales, siendo más importante el día de un "Santo" en un país aconfesional...

En fin, si cuando digo que sólo en la república (el tercer color republicano fue cogido de nuestra bandera) los españoles fuimos por un instante cuerdos...


TU, TIERRA DE CASTILLA,
MUY DESGRACIADA Y MALADITA ERES,
AL SUFRIR, QUE UN TAN NOBLE PUEBLO COMO ERES
SEA GOBERNADO POR QUIENES NO TE TIENEN AMOR.
(texto de un pliego de cordel anónimo de pincipios del siglo XIX)

Dedicada a la Señora Justicia en honor a las vacaciones que parece se está tomando y en reconocimiento a la impostora que ha ocupado su lugar


Es indignante que un país sea capaz de mirar hacia otro lado mientras manos manchadas de sangre mueven los hilos de la política y condenan lo justo.

Triste que herederos del fascismo campen a sus anchas por un país que fue víctima de mentes perturbadas.

Asqueroso que una ley del silencio impuesta por el miedo, se convierta en leimotiv de nuestro pasado. Un pasado cerrado al conocimiento, al debate, al juicio crítico.

Desolador que se excusen las mayores barbaridades entre hermanos apelando al momento. Si fue así, si ocurrió y nada se puede hacer, remendémoslo sin repetir los errores del pasado.


Aberrante que en un país supuestamente aconfesional, una secta ancestral tenga poder para salir en la portada y no salga en la sección de chistes.La misma secta cuyo jefe ocultó asuntos tan escabrosos como los abusos de menores. Robando la infancia y llamando pecadoras a madres desesperadas, a leyes progresistas.

Por último, imperdonable cerrar las puertas de la justicia universal, ahora que este derecho empieza a molestar. Ahora que no son pequeños dictadores los juzgados, sino asesinos confesos a manos de un país tan peligroso como necio.

Hoy, me siento astiado de pertenecer a un país paupérrimo, inculto, dividido, radicalizado. Un país que hace 74 años que perdió el norte.

14 de Abril

Hoy abrió el periódico con un clavel rojo en la portada.
Dices que han cumplido un año más tus ideales.
Que hoy sonríes y sueñas.
Siempre un paso más cerca, aunque nunca llega.

Parece que no son tus ideales mayores de edad.
Que todavía no pueden votar en elecciones,
aunque el voto sea un derecho que se ganó
con su sangre derramada.

Será, amor mío, que la monarquía ancestral
cohíbe las voluntades,
dejando todo atado y bien atado,
y en silencio la memoria.

Que los cimientos de lo construido,
aun tiemblan con los ecos de lo vivido,
y siempre hay un bando vencido.

Pero hoy cuenta la radio que tienes motivos para sonreír.
Que a pesar de todo un clavel llamó a tu puerta,
y nos vestimos de morado, vistiendo la bandera de quienes perecieron,
y a pesar de todo, siguen viviendo.


A Mar, por no perder el sueño de encontrar el norte.

Carta a una Vieja Amiga

Hace tiempo que no te escribía.
Puede que sea esta epidemia de prisa
que nos deja sin tiempo ni aliento.
El estrés, ya sabes, me obligó a escribir menos
y dejar de lado el sueño hipotecado.

Sigo intentando enamorarla igual,
aunque el cansancio de los días pesa,
y el ruido que a menudo ensordece los latidos
hace más difícil besar cada día
como si fuese el primero.

Espero que sigas igual, que sigas riendo por todo
y llorando de felicidad cuando te mira y te susurra
alguna frase sacada de aquellas viejas películas.
Que cuentes primaveras en lugar de años,
trayendo cada una consigo más flores y más amigo a tu mesa.

Las despedidas, lo sé, no duelen tanto.
Años que adormilan la memoria que encierran
los besos que callamos.

Pero yo sigo con mis días en que, entre vino y melancolía,
escribo cuatro versos que recuerden,
tal vez porque a pesar de todo aquellos años fueron felices
lo que tuvimos y perdimos.


Valladolid, a 7 de abril de 2010

Pequeña Libertad,

Hoy no he podido evitar escribirte. Sé que mis cartas siempre te llegan a medias, y que probablemente no leas ninguna, pero tus padres nunca pierden la esperanza de que vuelvas de cada uno de tus viajes y te quedes al menos unos meses con nosotros.

Hoy he recordado aquella conversación que tuvimos en el “ningún-a-parte” sobre la libertad. Tu citabas a aquel escritor que tanto traducía tu madre y que tantos “pollos” trajo a tu mesa, diciendo que el hombre nace libre, responsable y sin excusas. Yo te replicaba con aquella frase sacada de aquella peli que vimos un día lluvioso, ¿te acuerdas?
Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son metas.”

Me acuerdo como defendías convencida que la libertad está, a menudo, poco entendida y despreciada. Citabas a Salustiano Olózaga con aquello de que sólo unos pocos prefieren la libertad, mientras que la mayoría no busca más que buenos amos. Sé que te acordarás de como terminó aquella charla. Te levantaste despacio, me besaste en los labios y me dijiste: “-Eres libre de subir a mi cuarto”. Supongo que necesitaba recordar nuestros días de alguna manera.

Cuídate mucho,

Guille.

La conversación de los amantes

He compartido entre tus sábanas,
muchas noches y aun así son pocas.
Copas de vino que terminan en el suelo
[al calor de la ropa.
Interminables besos, y aun así son pocos.

Muchos secretos, y aun así,
no le cuento a nadie cuando, entre el frío y tu piel,
solo media un momento.
Cuando te desnudo buscando,
la parte más tibia de tus pechos.

Me ves vestirme mientras piensas,
hacia donde nos llevará una historia
que empezó donde acaban todas.

Una historia escrita por un solitario guionista
de cine independiente.
Tan fría y triste como una despedida en la estación de trenes,
como un abrazo con abrigo, como una carta escrita en Word.

También podría ser, en vez de fría y triste,
tan cálida y misteriosa como amantes que se buscan,
como dos adolescentes jugando a conocerse.
Impacientes.

Cómplices de silencios de sudor,
y entregados al amor sin reproches,
ni llamadas antes de acostarse.

He compartido entre tus sábanas,
muchas noches y aun así son pocas.
Aunque ahora sea tiempo de recoger mi ropa.

Adios Don Miguel

Miembro de la Real Academia Española desde 1975 hasta su muerte, ocupando el sillón "e"



Hoy, Valladolid se vestía de fiesta. Dejaba a un lado la indiferencia de quien vive por y para el dinero. Dejaba de lado el hastío de una sociedad cada vez más yerma, más indiferente al ruido de voces disconformes, o simplemente de voces.

Hoy no era un día para pedir ni criticar por actuaciones. No era un día de fútbol ni de otro deporte. Era, por primera vez en mucho tiempo, el día de la Literatura. Se marchaba un hombre al que yo apenas leí de oídas, y quizá por ello esta entrada suene fría. Puede, en realidad que no quiera mitificar a un hombre que vivió para las letras y nos dejó, su vida entre palabras.

Desde su ciudad, que es la mía, se aplaudió una vida, un estilo, una entrega. ¿Por qué? Por el simple hecho de que vivió para las letras y consiguió premios de ceniza y papel. Desde su ciudad, que es la mía, no se le aplaudía por los premios ni los libros vendidos. Se le aplaudía porque, en los tiempos que corren, era una voz, a su manera comprometida.

Yo apenas le había leído, pero cuando una literaria de un pasado comprometido con la sociedad se marcha, uno empieza a temer que los cimientos de la comunidad que habitamos, caigan como una castillo de naipes en medio de un sordo estruendo.

El peor año de nuestra vida

A mi hermano. Cuando se funda la bombilla, encenderemos una vela.

Ponte traje,
y quedemos en la plaza a las nueve.
Sólo estate allí,
y yo respiraré por los dos si tu no puedes.

Deja que sea el pulmón que te falta,
y el medio corazón que se te deshizo en lágrimas.
Porque me destroza verte así,
y también se murió en mi un trozo de alma.

Juguemos al billar y hablemos en silencio,
con la libertad y el derecho que nos da,
haber nacido juntos a los cuatro años.

Desempolvemos la vieja petaca
y sirvamos ese ron añejo que lleva nuestro nombre.
Bebamos y lloremos, pues ambas son necesarias.

Ahora que la felicidad nos apuñaló en la espalda,
follaremos con el olvido, y si hace falta
nos dejaremos la vida en sobrevivir.
Hasta que la marea oculte cada una de nuestras lágrimas.

Porque moriría y mataría por ti.
Sólo quiero que a pesar de cicatrices y fantasmas,
pueda abrazarte en nochevieja y brindar,
por el peor año de nuestra vida.

¿Por qué me quieres? Porque no imagino no hacerlo

Aun me preguntas, anclando tus miradas en mis labios,
porque te abrazo como si el mundo se acabase mañana.
Porqué recorro tus pecas con la yema de mis dedos
y beso cada poro de tu espalda.

Porque te miro en silencio cuando, al llegar a casa,
te descubro tumbada en el sofá,
haciendo del mundo un lugar más fácil de salvar.

No crees ser la razón por la que lloro de felicidad,
incluso en los enfados no puedo dejar de mirar
[de reojo tus labios,
Imaginarnos desnudos jugando a que no hay ni pasado
[ni futuro.

Y ahora te miro, salvando las mentiras que pise en la acera,
los huracanes, las tormentas de tristeza que azotan la ciudad,
que solamente hay una respuesta a todas las preguntas que formulas,
a tus inseguridades:

Porque hace mucho que dejaste de ser aquella noche
para convertirte en esta vida.
Y hace mucho tiempo que no soy ladrón,
sino guardián de cada uno de tus días.



Gracias a Saludade, que me prestó una frase fundamental para este poema.

Quien (des)espera una cita

Resulto más difícil de lo que pensábamos,
nos agotó el tiempo y los momentos
en que no fuimos nosotros.

El sabor a otros cuerpos,
el aroma a fracaso y decepción.
Las tardes frías sin noticias tuyas,
y la esperanza sin noticias de dios.

Todo lo que nos callamos.
Lo que pudimos salvar bajo la tormenta
y dejamos a la deriva.

Por miedo a rescatar cenizas quemamos nuestras naves.
Como si fuéramos dos extraños que se encuentran
un día cualquiera en un bar.
Una noche sin luna, sin quizá.

Las heridas maquilladas,
Las promesas olvidadas
El esperar sin esperar nada.
El no saber decir hasta mañana.

La envidia de la luna

Y al final sólo somos
dos cuerpos temblando entre caricias.
Dedos que se cruzan en tu vientre.
Lenguas que se anudan.

Una ecuación imperfecta del amor
Escrita en un jirón de tu ropa, en una servilleta.
En un borrón de tinta.

Torpes testigos de nuestra revolución
Claveles. Vino. Rosas.
Hostales y postales

Jurando querernos hasta mañana,
pero soñando con la eternidad entre las sábanas

Amantes practicando entre sudores,
a la hora que cierra la inocencia.
Cuando los novios se buscan furtivamente
en las caricias


Cuando tú y yo apagamos la luz, cerramos las cortinas,
Y nos despedimos de la luna y su envidia.

Versos sueltos

Al final nos quedaron puntos suspensivos
archivados en cualquier armario.
Pospuestos para un mejor momento,
cuando no hicieran tanto daño.

Me pregunto distraído,
si será casualidad que la única vez que fuiste feliz,
lo fuiste a mi lado.

Lamento

Aunque me has abandonado y ya no encuentro
consuelo en los versos que he escrito.
Que las musas de los poetas dan voz a otros poetas,
y no se hilar tu boca con mi boca, ni mis labios con el vino.

Aunque me abate el desencanto en cada nota
de acorde de noches perdidas.
Aunque no escriba lo de siempre y piense
que la esperanza está perdida.
Aunque resulte más fácil perder y hacerse el ofendido.

Aunque mis manos ya no sean tu boca,
Ni mis dedos tu tinta.
Aunque al gallo de la aurora se despierte a medido día.
A pesar de ti, Inspiración, sigo escribiendo poesía.

De vidas que se convirtieron en recuerdo y en olvido

Lo único que nos queda, amor mío,
es echarnos de menos a rabiar.
Unas cuantas deudas de amor bajo la manta,
y promesas oxidadas en el desván.

Revoluciones perdidas a los pies de la cama,
Bailes en los que siempre ganamos tiempo.
El martini con hielo.
Y un par de verdades que pronuncié entre versos y lamentos.

Nos queda, al menos,
la saliva y el sabor de nuestra piel.
Los días, alguna vez con vino y siempre con rosas.
El calor de las sonrisas que pronuncié en tu nombre.

Tu recuerdo en fotos de papel marchito.
Tu aroma en el sofá, y en cada desayuno.
La certeza de que siempre fuiste tú,
la protagonista de todos los libros que he leído.

Nos queda el habernos conocido.
El soñar cada noche a tu lado, y cada ausencia contigo.
Perder como hemos perdido.
Ganar en futuros encuentros en el mar del olvido.

De vuelta...espero

Se hace cada vez más difícil volver... LLevo tiempo deseando colgar algo, pero la verdad es que el ritmo de vida de estos meses me ha dejado con las pilas agotadas.

Espero haber recargado, y volver con la promesa de cien poemas, con las intenciones que sólo se piensan a principio de año. Con ganas de regalaros versos.

Antes de nada sentir el no haber podido escribir en cada uno de vuestros rincones. Os prometo que lo intentaré compensar (Aunque hasta febrero pido paciencia).

Han sido meses duros, y creo que he perdido más de lo que me hubiese gustado, y aunque he ganado, no siempre la victoria sabe dulce.

Pero no os preocupeis, siempre habrá versos para vosotros, vino entre cada sonrisa, y rosas para ti, Mar.

En dos días os colgaré un poema.

Gracias