Lamento

Aunque me has abandonado y ya no encuentro
consuelo en los versos que he escrito.
Que las musas de los poetas dan voz a otros poetas,
y no se hilar tu boca con mi boca, ni mis labios con el vino.

Aunque me abate el desencanto en cada nota
de acorde de noches perdidas.
Aunque no escriba lo de siempre y piense
que la esperanza está perdida.
Aunque resulte más fácil perder y hacerse el ofendido.

Aunque mis manos ya no sean tu boca,
Ni mis dedos tu tinta.
Aunque al gallo de la aurora se despierte a medido día.
A pesar de ti, Inspiración, sigo escribiendo poesía.

De vidas que se convirtieron en recuerdo y en olvido

Lo único que nos queda, amor mío,
es echarnos de menos a rabiar.
Unas cuantas deudas de amor bajo la manta,
y promesas oxidadas en el desván.

Revoluciones perdidas a los pies de la cama,
Bailes en los que siempre ganamos tiempo.
El martini con hielo.
Y un par de verdades que pronuncié entre versos y lamentos.

Nos queda, al menos,
la saliva y el sabor de nuestra piel.
Los días, alguna vez con vino y siempre con rosas.
El calor de las sonrisas que pronuncié en tu nombre.

Tu recuerdo en fotos de papel marchito.
Tu aroma en el sofá, y en cada desayuno.
La certeza de que siempre fuiste tú,
la protagonista de todos los libros que he leído.

Nos queda el habernos conocido.
El soñar cada noche a tu lado, y cada ausencia contigo.
Perder como hemos perdido.
Ganar en futuros encuentros en el mar del olvido.

De vuelta...espero

Se hace cada vez más difícil volver... LLevo tiempo deseando colgar algo, pero la verdad es que el ritmo de vida de estos meses me ha dejado con las pilas agotadas.

Espero haber recargado, y volver con la promesa de cien poemas, con las intenciones que sólo se piensan a principio de año. Con ganas de regalaros versos.

Antes de nada sentir el no haber podido escribir en cada uno de vuestros rincones. Os prometo que lo intentaré compensar (Aunque hasta febrero pido paciencia).

Han sido meses duros, y creo que he perdido más de lo que me hubiese gustado, y aunque he ganado, no siempre la victoria sabe dulce.

Pero no os preocupeis, siempre habrá versos para vosotros, vino entre cada sonrisa, y rosas para ti, Mar.

En dos días os colgaré un poema.

Gracias