Cuando tener todo se convierte en demasiado

Son demasiados recuerdos de ti.

Demasiadas tardes entre café y vinos

que nos abrieron más de un mundo

y muchas otras camas


vistiendo besos que no eran nuestros.

Caricias que llevaban otro destinatario.

Demasiados besos pedidos,

demasiados robados


Todas las ausencias que hoy vienen

a cobrarnos un alquiler demasiado alto.

Por soñar quizá a lo grande,

y sin embargo, demasiado.


Y parece que fue ayer cuando te amé

con la promesa del siempre,

nunca demasiado.


Demasiadas tardes en tu cuerpo

aprendiendo unas curvas que ahora

se me antojan lejanas


demasiado eternas para decir para siempre.

demasiados silencios,

demasiados secretos que no compartimos.



Y parece que, ahora que nos alejamos,

cometí el error de perderte

cuando tener todo a tu lado

se convirtió en demasiado.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

el título es perfecto, todo nos sobrepasa...

Vértigo dijo...

demasiado... y al final demasiado poco...

Vértigo dijo...

demasiado... y al final demasiado poco...

Anónimo dijo...

Demasiado bueno sos vos dibujando palabras...

Me gusta leerte.Creo que ya lo sabes, pero me gusta como escribes.

Un abrazo =)

LoreVero dijo...

"con la promesa del siempre,

nunca demasiado"...

En dos renglones has dicho demasiado..
Hermoso, cala hasta el alma y un poquito mas...
Espero que te encuentres tan bien como te lo mereces, y aun mas, nunca sera demasiado desearte cosas buenas..
Gracias por estar presente,,,

Nómada planetario dijo...

A pesar de todo el destino nos mece a su antojo, todo es cuestión de medida para que el fiel de la felicidad marque la zona de demasiado.
Saludos.

Lucina dijo...

no Ladrón, nunca son demasiados los besos robados...

Un abrazo

VANESSA dijo...

Es preciosa la poesía, me encanta!!
No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Besos!

Anónimo dijo...

Duele tu poema, y sin embargo es precioso.

Me encantan tus versos...

Un abrazo fuerte

Anónimo dijo...

Nunca es demasiado , si estamos vivos!
Un beso :)

Laura dijo...

Supongo que todo es siempre demasiado.

Un saludo