Descripción


Me pidieron que te describiese como si te viese por primera vez,
y traté de recordar tu treinta y siete
subiendo la escalera de mi casa.
Aquellos ojos que cambiaban de color si me mirabas,
sonreías o me reprochabas que no me tomase nada en serio.

Traté de explicarles que para ti el amor y los silencios eran sinónimos,
y nunca habías rimado más de tres veces tus labios con los de nadie.
Que tenías miedo al miedo y amor por las alturas,
sobre todo cuando éstas venían a visitarte en sueños.

Incluso les hablé de las pecas que bañaban tu espalda,
de cómo mirabas de perfil cuando te enfadabas,
o de aquel gato que tuviste de pequeña.

Sé que eran detalles tan absurdos como pedirte que te quedaras
después del sexo. Pero había que intentarlo,
porque cuando me preguntaron por tu nombre sólo pude responderles
Creo que lloró al cerrar la puerta.

8 comentarios:

Óscar Sejas dijo...

Un poema que me recuerda brutalmente a la canción "Más de un 36" de Andrés Suárez.

Me suena rídiculo y a estas alturas decirte "me ha gustado mucho", me suena infantil y poco elaborado pero cuando ya has dejado toda la magia plasmada...¿qué más iba a poder añadir yo?

Eres un crack, cada vez me flipan más tus poemas.

¡Fuerte abrazo!

mikaela dijo...

Dejo un "me gusta" público.

porque....

si el crack de la palabra está enlazado a la crack de la imagen, el resultado es: invencibles.

bss xa Libertad y Ladrón o Ladrón y Libertad, que tanto monta, monta tanto...

Laura dijo...

Qué bonito. No tengo más palabras, estoy muy cansada hoy, pero tengo claro que soy superfán de tus poemas.

Un abrazo.

Ehse dijo...

Tal vez se nos conozca mejor a través de pequeños detalles que con una descripción general. Las descripciones generales son demasiado... generalistas y generalizadoras, valga la redundancia.

Otro texto genial

Un abrazo!

Historias entre Fogones dijo...

Llevaba algún tiempo sin entrar en esta habitación tuya, llena de melodías, de sentimientos, pequeños detalles que diferencian la mediocridad de la perfección, que nunca pasan desapercibidos , que siempre emocionan.
Un fuerte abrazo.

Wanderer dijo...

Últimamente no comento ni escribo mucho, pero es que estoy como impresionada y tengo miedo de hablar y que me salgan las palabras torcidas.
Qué decir frente a este poema, quizá intentar reflejar cómo las letras se han convertido en ese "algo" abstracto que hace que tiemblen las pestañas o se erice la nostalgia. Pero es demasiado difícil. Me limitaré a dejarte por aquí este otro poema, de Pedro Salinas...

La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.

iliamehoy dijo...

Profundamente hermoso. Suave al tacto e intenso a la vez.
Me encanta volver a leerte.
Una sonrisa

A Solas Con Lucía dijo...

Hace tiempo que te leo. Hace tiempo que leo a muchos. Pero decidí comentar cuando me erizasen la piel. Cuando me emocionase, me transimitiese demasiado. ¿nunca es demasiado, no?

Eso me ha pasado al leerte hoy.
Y eso es lo único que te quería decir. Porque me parece suficiente.

¿O nunca es suficiente?