Reconozco

Reconozco que no debí hablarte de ella, de su pelo corto
de la sonrisa cansada perdida en mil naufragios.
De aquellas tardes en las que aprendimos a pedradas
que el futuro siempre se lucha en primavera.

Ella no me quería,
y dudo que hubiese derramado una lágrima por mí cuando me iba,
pero me enseñó el sexo en los hoteles, las miradas,
y los labios, que pasan factura cuando no te besan.

Aún así acepté su juego sabiendo que perdería tarde o temprano.
Abracé sus silencios como si fuesen salvavidas,
y perseguí sus caderas por todos los andenes de Madrid.

Lo que intento explicarte en estas líneas es que ella fue
culpable de todas mis heridas, y aún así la quise.
Pero me fui porque sabía que alguien como tú 
podría borrarme su recuerdo a mordiscos.

11 comentarios:

Óscar Sejas dijo...

La maldición del escritor siempre ha sido buscar musas equivocadas. De esas que dejan más lágrimas que sonrisas y que sin embargo no puedes olvidar.

De todas formas, no creo que sean necesarias las justificaciones, se elige pasar la vida al lado de alguien que cierre heridas, no de alguien que las abra.

¡Salud!

PD: ¿El otro día llevabas este poema también preparado?

Sandra Garrido dijo...

¿POR QUÉ TENDREMOS TENDENCIA A QUIEN MÁS NOS HACE SUFRIR?

BESOS

Ehse dijo...

Creo que lo más complicado es precisamente darse cuenta de que hay o puede haber otra persona que te saque del naufragio de la primera.

Me apunto a la pregunta de Oski.

Un abrazo!

Sofya dijo...

Del sufrimiento se aprende tanto...

Un abrazo

Anónimo dijo...

El reconocimiento no deja de ser una redención. Reconocer que quisiste ayer pero que hoy quieres incluso más; es la recompensa del ahora.

Un beso enorme!

Vértigo dijo...

Me emocionas de nuevo, tanto que ni quiero admitirlo, ni quiero reconocer que acepto juegos que no son buenos.

Catadora de sabores dijo...

Creo que a mordiscos es la mejor forma de borrar un recuerdo, comiéndolo de algún modo para después digerirlo.

Me gusta!
Salud!

Mi nombre es Mucha dijo...

Me gusta el sabor que le das a tus letras querido poeta

Historias entre Fogones dijo...

te echaba mucho de menos.
El ser humano es ambigüo y ¿por qué será que la inspiración es más fuerte cuando sentimos esas punzadas de dolor, de impotencia, esas ganas de gritar y salir corriendo? En tu caso la inspiración nace de lo más hondo de tu alma y lo transmites en cada poema.Espero ponerme al día y leer todas tus entradas de este último mes.
Un abrazo enorme

ele* dijo...

A veces creemos que una persona nueva nos hará olvidar, pero las heridas no se van tan fácilmente. Aunque está bien querer reflotar y relacionarse. La primavera siempre me devuelve las ganas :)

LCDLJ dijo...

Sin palabras me he quedado...:) Me he sentido muy identificada...la mayoría (o al menos yo) nos enganchamos a historias que sabemos que tendrán un final, que nos hacen daño, pero eso mismo nos atrae, y creemos que podemos cambiar a la persona y que sus sentimientos pueden evolucionar como por arte de magia. El mejor momento llega cuando te das cuenta de que nunca fue para tanto, y que hay por el mundo muchas personas increíbles capaces de hacernos mil veces más felices.

Vaya biblia te he dejado para ser el primer comentario!!!jaja

En fin...bonito blog el tuyo ;)

http://stressedcloset.blogspot.com.es/