De cicatrices y finales



No debí preguntarte por aquellas fotos de familia
que nunca colgaron de tus paredes.
Ni por los peluches que recuerdan una infancia
que nunca tuviste.

No debí hablarte en aquel bar, pensando
que serías una chica cualquiera.
Ni invitarte a la última copa en mi casa,
mientras el alba bañaba las aceras.

No debí hacer nada de eso, para no ver más allá
de los miles de piercing que adornaban tu cuerpo,
Para no oírte llorar a escondidas lamentando
que el sexo sea sólo la forma de salir huyendo.

Y no debí hacer nada de eso porque ayer me enteré
que tu pasado eran cicatrices y heridas.
Que yo fui el único que te quiso, aunque fuese una noche,
antes de que saltases desde aquella azotea.

6 comentarios:

Tropiezos y trapecios dijo...

Probablemente, aunque duela, hubiera saltado igual.

Por lo menos tuvo alguien que la quiso una vez, aunque fuera leve y breve. Hay gente que jamás encuentra alguien que los quiera.

Ya sabes, hay gente que nace en sábanas de seda y otros, que quieres, nacen para ser trapos.

Un abrazo.

Oski.

Historias entre Fogones dijo...

¡Qué triste!
Totalmente de acuerdo con Oski. Quédate con lo bueno, durante unos instantes la regalaste ternura y entrega, olvidando cicatrices y heridas tan abiertas que no pudo superar, a pesar de conocerte.
Besazos, no se si será tan solo ficción pero me ha llegado al corazón.

LoreVero dijo...

"y si en lugar de querernos tanto, probamos con querernos bien" quizas fue lo mejor que tuvo esa noche, y sobre todo lo mejor que alguien le pudo dar.
Miles de besos, y dias felices.

Tropiezos y trapecios dijo...

Es tan duro e impactante que apenas puedo comentarlo...se me hace un nudo en el estómago.
Quizás no hemos de pensar en lo que no debió haber, sino en lo que debió haber. Debieron haber fotos, debieron haber peluches, debieron haber otras formas de huir. ¿Cómo conocer el fondo del pozo en una sola noche? La vida es imnprevisible, la muerte aún más. No podía saberlo, nadie podía...
Pero ya ves, al final (y siempre llega ese final), sólo hubo amor, también comprensión y...la constancia que hoy se deja de que aquello existió. Cuando se gana la batalla al olvido se ha vivido, bien o mal...pero se ha vivido.
Un abrazo más fuerte que nunca. Eres una máquina de emocionarme chico :)
Favole

Vértigo dijo...

y entonces... te quedas pensando si hubieras podido evitarlo.. si algo que hicieras hubiera cambiado la historia.. y te quedas fatal.. y tu relato me recuerda esa sensación...

Anónimo dijo...

Me has emocionado. No nos imaginamos la cantidad de secretos que se esconden detrás de una imagen.
Un beso!