
En 1520 comenzó a gobernar su hijo criado fuera de nuestra tierra y desconocedor absoluto de nuestras costumbres. Nunca llegó a ser rey de Castilla, si bien fue proclamado emperador bajo el nombre de Carlos V de Alemania.

Comenzó la mayor revuelta de la península ibérica. El pueblo contra la nobleza y la monarquía, el primer germén de un estado democrático y republicano, con los valores "de lo que es del pueblo, es para el pueblo".
Un año después, fuimos vencidos y ajusticiado en Villalar, capital del día de la comunidad, y con ello se borró durante mucho tiempo el rastro de la hazaña de hombres como Juan Bravo, Juan de Padilla y su mujer María Pacheco, Antoni Maldonado, El Obispo Antonio de Acuña... Tristemente las crónicas han condenado al olvido durante muchos años esta hazaña, incluso hoy en día ni siquiera sale en los periódicos nacionales, siendo más importante el día de un "Santo" en un país aconfesional...

En fin, si cuando digo que sólo en la república (el tercer color republicano fue cogido de nuestra bandera) los españoles fuimos por un instante cuerdos...
TU, TIERRA DE CASTILLA,
MUY DESGRACIADA Y MALADITA ERES,
AL SUFRIR, QUE UN TAN NOBLE PUEBLO COMO ERES
SEA GOBERNADO POR QUIENES NO TE TIENEN AMOR.
(texto de un pliego de cordel anónimo de pincipios del siglo XIX)