Respiraban el humo de días extraños,
de fronteras militarizadas y futuros enrejados.
La desidia que pesaba en los bolsillos vacíos.
En las ruinas de una historia
que nunca dejaron que fuera suya.
Entonaban en silencio plegarias y oraciones
caídas en un pozo de amnesia y olvido.
Buscando quizá el eco de un dios
sordo y ajeno al mundo.
Hicieron un hatillo de esperanzas y ropas raídas
dejando en el puerto el pasado y el miedo.
Buscando consuelo en aquel sol lejano
que calienta el cuerpo pero enfría el alma.
No eran los únicos que conocían el hambre,
pero podían recitar de memoria las mil y una heridas
que deja al pasar de largo la vida
No se conocían de nada y sin embargo,
el rodeó el cuerpo de ella con su brazo,
Como si con ese gesto alejase
todos los fantasmas de otras vidas.
Y la protegiese de la desdicha y la pena,
de ostentar otra medalla de fracasos
que esperaba en aquella playa sin castillos de arena
con un tricornio y una manta bajo el brazo.
8 comentarios:
pues que triste una playa sin castillos de arena, es como una vida sin castillos en el aire, sin sueños...no?
"Poesía para el hombre
poesía necesria como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto para ser..."
Así es ésta: imprescindible memorizarla.
Qué bien lo has hecho, Ladrón.
ane
Suele ser un (re)nacer lírico pasar por aquí.
He visto las últimas fotos de Mar. Bellas.
Un abrazo, Ladrón.
"sueños edénicos enterrados en la arena"
Un saludo
La Navidad no es un acontecimiento, sino una parte de su hogar que uno lleva siempre en su corazón (Freya Stark)
los alejaba claro que sí,
más de lo que él creía..
Un beso
Felices fiestas!!! y mis mejores deseos para el año que está a punto de llegar.
Regi
Estaba por aquí de paso..
tu forma de escribir me recuerda a las letras del señor Ismael Serrano..
Si no te importa, me seguiré pasando por aquí :)
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