Tres versos: Lucha


#1

No me culpes por buscarte en horas oscuras.
¿Qué otra cosa puedo hacer si nunca aprendí
a vendarme las heridas?






#2
 
Eres lo más parecido a la vida
en mis noches de muerte.






#3

Me seguirás mintiendo mientras me dices te quiero,
pero te quedarás a mi lado.
Yo seguiré fingiendo que no te quiero,
pero me iré mientras duermes.


Fotografía: "Por su lado" de Mar Argüello Arbe (imagen contenida en el álbum Pisando Charcos)

6 comentarios:

Laura dijo...

Las mentiras que se dicen en la cama son la cura al mal que es de por sí nuestra existencia.

Tropiezos y trapecios dijo...

#1: Hay personas que causan dependencia y se convierten casi en una droga, aún cuando tú seas el ser más independiente del mundo.

#2: Que te voy a decir yo que siempre busco a la misma persona en mis noches de muerte...

#3: En el juego del amor hay reglas muy extrañas. Unos fingen y se quedan y otros fingen y se van. A veces, los amores más intensos, y los que más duelen, son aquellos en que las dos partes piensan cosas totalmente diferentes.

Un abrazo

Oski.

Tropiezos y trapecios dijo...

Ojalá no existiera ese miedo a perder que nos hace fingir, pero somos humanos...
Por otro lado, ¿cuántos hay hoy en día que sepan vendarse bien las heridas?

Un saludo
Ehse

Anónimo dijo...

sigue siendo el rincón donde exhalar una buena cantidad de aire y así dejar salir pensamientos "feos"


gracias

Lucina dijo...

en los tres,
la noche como testigo.
ahora entiendo porque no es casual que los poetas encuentren de aliado a tal momento del día... porque allí encuentran la belleza y la hacen versos.
Un beso

Historias entre Fogones dijo...

¡Qué bonitos versos!.
Admiro a las personas capaces de rimar sus sentimientos, de llenarlos de melodías. Como una apasionada de la lírica, te felicito de todo corazón.
Prometo pasearme por aquí con más frecuencia, porque siempre me emocionas con sorpresas como ésta.
Un fuerte abrazo.