Madrid, a 30 de Julio de 2013



Pequeña Libertad,


A penas queda una semana para verte y siento que debo seguir escribiéndote. Creo que ahora no me importa ni el paro ni mi futuro. Hace calor, y por las noches sólo puedo recordarte y pensar que volveré a sentir tus pies jugando con los míos en la arena. Llevo siete entrevistas de trabajo fallidas, pero la playa junto a ti será un oasis donde sonreír de nuevo.


Mi hermana ha dicho que viajará a Buenos Aires en octubre, y antes de que me olvide de decírtelo, te lo dejo en estas líneas para que lo sepas. En cuanto al resto de la banda, Felipe se ha echado novia. Sigue agobiado con la idea de trabajar, pero al menos ahora respira entre reunión y reunión. No sé, parecemos tan distintos a cuando jugábamos a indios y vaqueros que a veces creo que perdimos la inocencia demasiado pronto.


Dile a Soledad que te cuide mucho y que por favor, se asegure de que tomas el avión para encontrarte conmigo. Y de paso, que consiga que me invites a visitarte allí.




Cuídate mucho,


Guille.

8 comentarios:

Óscar Sejas dijo...

Hacerse mayor conlleva buscar trabajo y con ello dejar de entender todo, pasar por cientos de entrevistas, morderse la lengua muchas veces...

Supongo que esta carta es simplemente un reflejo de todo eso. De los miedos e inquietudes que inevitablemente surgen en estas situaciones.

Todo era más fácil cuando se jugaba a indios y vaqueros.

Abrazos.

Catadora de sabores dijo...

A veces pienso que soledad y libertad son amigas en la distancia, de esas que se llaman por teléfono pero se ven menos de lo que a ambas les gustaría.

He hablado con Sole y me ha dicho que me echa de menos. Y creo que yo a ella también un poco.
Quizás sea el momento del reencuentro.

Tu mientras tanto disfruta con Libertad, es de las mejores compañías que conozco.

Un beso grande!

Ehse dijo...

Pobre Felipe, creo que siempre fue demasiado soñador e ingenuo como para sobrevivir ahora a un trabajo con cien reuniones diarias.

Espero que siga conservando su imaginacion y que cuando un jefe le eche una inmerecida bronca, en su imaginación le siga apuntando con el dedo y diciendo BANG

Historias entre Fogones dijo...

Libertad y soledad suelen ser una pareja condenada a entenderse en la distancia, comparten principios y luchan por ellos......pero la realidad los devuelve a sus respectivos espacios.........
Un abrazo enorme!!!!

Noelia dijo...

Siento a Felipe como a un soñador, un bohemio, un pájaro libre que siente miedo ante la rutina o al verse atrapado en la jaula que esto conlleva...

Unknown dijo...

Lo fácil que era todo hace unos años cuando dedicábamos más tiempo a jugar que a pensar en otras cosas, pero crecemos. Y crecer ya sabemos lo que supone: cumplir sueños y acarrear con problemas intentando solucionarlos.

Un abrazo :)

mikaela dijo...

Ternura... el resto de todo lo que ha conseguido que sienta no lo puedo decir. Será que los sentimientos hondos suelen quedarse siempre a medio camino de la garganta.

Reconocimientos, Ladrón. Qué bien te sienta el tiempo!

Vértigo dijo...

Crecemos, hacemos entrevistas y parece que nos vendemos un poco. Pero al final podemos no traicionarnos, siempre hay esperanza.