Buenos Aires, a 15 de febrero de 2014

Querido Guille,

Ya me encuentro en Buenos Aires. El viaje fue indescriptible, quizá porque descubrí que me encuentro tan lejos de todo el mundo que me asusta no encontrar el camino de vuelta. Y al mismo tiempo, no puedo regresar porque no me siento completa. A veces pienso que nunca lo estaré.

Hay una cosa que nunca le he contado a nadie, y si te lo cuento ahora es porque empiezo a entender que puedes soportar todas mis mentiras sin derrumbarte. He tenido en mis manos muchos billetes para volver a casa. Cuando me dijiste que te marchabas de Madrid, compré un billete directo a tus brazos. Sin embargo, no pude dar ese paso, porque de haberlo hecho, creo que al final me hubiese arrepentido.

No puedo explicarte lo importante que eres, pero a la vez necesito tenerte cerca y lejos, y creo que no es justo lo que te pido, pero a menudo no puedo evitar pensar en que siempre estarás en todos los aeropuertos para recogerme con flores.

Sonríe,

Libertad.

13 comentarios:

Sofya dijo...

La sensación de no estar completo es algo que puede ser devastador, sin embargo el sentir que expresas es de naturalidad y de espera a que acontezcan hechos, eso es sin duda lo mejor, esperar...

Un abrazo Ladrón

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Sentir que alguien siempre nos esperará al otro lado...

Anónimo dijo...

Y cuántas historias se basan en esa ilusión de que sea donde sea, allí estará la otra persona con un ramo de flores, esperándote.

Un beso fuerte!

patapalo dijo...

Y que inexacta es la simetría y la distancia...

Óscar Sejas dijo...

Ummm, si he de ser sincero, no me gusta mucho el juego que se trae Libertad con Guille, te echo de menos pero estaré lejos y tú me esperarás en cada aeropuerto con flores, me recuerda mucho la historia de Penélope y el que sale perdiendo es el que espera siempre.
Como dice Garriga: los valientes son los que se quedan, no los que se marchan.

Tal vez me recuerda momentos dolorosos, quién sabe.

Eso en cuanto al contenido.

En cuanto al continente, como no podía ser de otra forma, muy bien escrito, planteado y llevado.

Cuídate.

Miriam dijo...

Es una carta bastante emotiva bajo mi punto de vista. Estoy muy de acuerdo con el comentario de arriba, con eso de "los valientes son los que se quedan, no los que se marchan."
Besos

mikaela dijo...

Solamente se puede esperar a quien siempre está yéndose. Quien se queda, está. En presente absoluto. No hay lugar para la espera. Y el coraje de permanecer, tal vez por la disponibilidad, aparentemente eterna, se valora poco, poquito. O tal vez nada.

por cierto, patapalo... cuánta razón, qué inexactas son la simetría y la distancia!

Historias entre Fogones dijo...

Cómo me gusta esta libertad tuya!!!!!
Un abrazo enorme.

Vértigo dijo...

Me gustan las cartas y los correos.. Poder poner todo de uno mismo.. Tus personajes siempre lo hacen. Y me dan envidia.. yo voy dejando correos sin enviar... ;)

Historias entre Fogones dijo...

Tienes un regalo en mi blog. Puedes pasar a recogerlo.

Maile Silvara dijo...

Qué bella carta...

Las palabras más difíciles de pronunciar son a menudo las más importantes. Por eso, la honestidad para con el otro y para con uno mismo son signos de amor.

Saludos, y sigue así.

Marina dijo...

Esta entrada me provoca una mezcla de sensaciones. Es muy bonita, pero su significado no es muy bueno. Hay algunas personas que lo han comentado más arriba, pero considero que no puedes pretender no volver y que te sigan esperando. Es injusto, y más que eso, es cobarde. Alguien que te quiere no se va a ir, por muy malas que sea la situación.

¡Un abrazo, Guevara!

Recomenzar dijo...

Imposible agregar algo mas cuando el escrito es tan perfecto te felicito