Existe un viejo proverbio chino que reza así: “antes es de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa”. No se refiere a una casa en sentido físico, aunque a menudo en las paredes, muebles y libros que rodean nuestra atmósfera encontramos aquello que nos define. O lo que nos da miedo, o lo que no somos capaces de corregir en nuestras vidas.
Creo que a menudo somos poco capaces de cambiar algo en nuestra casa, en aquello que fue nuestra vida, y nos tambaleamos entre montañas de pertenencias que debieron desaparecer hace demasiado tiempo.
Yo, por ejemplo, creo que para empezar a cambiar, tenemos que ir al lugar donde terminamos de crecer.
En eso consiste desaprender
*Foto de Mar Argüello Arbe, titulada "Comienzo y final"
10 comentarios:
Desaprender, a veces nos rodados de cosas, de costumbres, de formas de actuar porque tenemos miedo al cambio, ya se sabe eso que dicen "más vale malo conocido, que bueno por conocer", porque lo desconocido nos da miedo, nos asusta, y a veces, llega a paralizarnos...Por eso, seguimos rodeados de esas "pertenencias", por eso, a veces, nos sentimos incapaces de dar el paso para poder desaprender.
Me encanto el post! :) Un abrazo!
me gustó!!
COMO SIEMPRE TAN ORIGINAL....ME GUSTAS UN MONTON AMIGO!!!!
Qué bueno, qué bueno, qué bueno!
Libros y paredes que hablan de nuestro sentir..
me quedo con tu maravillosa frase,
"creo que para empezar a cambiar, tenemos que ir al lugar donde terminamos de crecer."
Un beso
Como diria Wang Wei:
"Lejos el mundo y sus peleas.
No más afán que regresar,
desaprender entre los árboles."
Retornar al Origen, a la simplicidad, desaparecer....sssshhhh
Estaba pensando dónde está ese lugar, porque yo quiero seguir creciendo, y ese lugar estaba cerquita, era un viaje de vuelta a mi vida interior.Gracias Ladrón por tu calidez, te dejo un beso.
que razón tienes :)
Desaprender...me ha encantado..."hay que empezar despacio a deshacer el mundo"...Muy inspirador tu pensamiento :) Sigo la estela que dejas al pasar :)
Un beso enorme!!!
Favole
Al final (o muy al principio) nos vemos envueltos en rutina y caemos en una letanía tan absurda que ni nos damos cuenta.
Si desaprendemos, tenemos razón suficiente para comenzar. Si encontramos nuestro lugar, podemos seguir...
Hay motivos, hay espacios. Sólo no hay que olvidarlos.
Un abrazo, Ladrón.
Que tengas buena semana.
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